Cinco años después de que Paul Feig estrenase su divertidísima y polémica 'Cazafantasmas' —superior al título de 1984 que dio origen a la franquicia, pero aún no estamos preparados para mantener esta conversación—, la gente de Sony Pictures decidió hacer borrón y cuenta nueva con una producción espectral diseñada a conciencia para apelar a los nostálgicos que aborrecieron el reboot en clave femenina de 2016 y, al mismo tiempo, a potenciales nuevos fans.
Secuela legado con extra de espectros
El largometraje en cuestión se tituló 'Cazafantasmas: Más allá', y se tradujo en un peculiar cóctel transgeneracional a medio camino entre la fórmula 'Stranger Things' y el espíritu de la 'Ghostbusters' original bajo la batuta de Jason Reitman, hijo del director de Ivan Reitman. Una "legacy sequel" —o secuela legado— de manual que encuentra en la nostalgia su mayor ingrediente, aunque se antoje algo pasado de fecha.
De este modo, tres generaciones de actores, con nombres como los de Mckenna Grace, Logan Kim y Finn Wolfard entre los más jóvenes, Paul Rudd y Carrie Coon representando a la mediana edad, y unos Dan Aykroyd, Bill Murray y Ernie Hudson que repiten sus icónicos roles ochenteros, se unen en un inocuo espectáculo de un par de horas que cumple sin más, y que está cargado de melancolía y, por qué no decirlo, de cierta pornografía emocional disfrazada de sentido homenaje.
Pero ojo, porque todo esto no está reñido con que 'Más allá' funcionase más que decentemente en taquilla en pleno escenario pospandémico, recaudando 204 millones de dólares en todo el mundo sobre un presupuesto de 75 millones. Cifras más que suficientes para jusficiar la continuidad de la saga con una secuela, subtitulada 'Imperio helado', que llega a nuestros cines este 22 de marzo, coincidiendo con la salida del catálogo de Netflix de su predecesora.
Si quieres ponerte al día antes de ver a Rudd y compañía enfrentarse a nuevas amenazas fantasmagóricas, ya puedes darte prisa.
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