No es la primera vez que por aquí se ha echado en falta el perdido arte del thriller erótico. Básicamente, yo mismo lo he hecho hablando de 'Aguas profundas', una obviamente imperfecta película pero también resultona y desvergonzada, jugando casi a contracorriente del cine adulto moderno para volver a otorgarle vísceras y momentos truculentos que ya son menos frecuentes.
Perder estas películas es grave, más allá de si te interesan o no, porque aportan una diversidad necesaria para expandir nuestros horizontes sobre las posibilidades del cine y la diferencia entre lo que se muestra en pantalla y lo que se defiende (la recepción de 'Blonde' es un ejemplo de cómo se pierde cierto arte para comentar cine). Por ello mismo no está mal recuperar joyas infravaloradas como 'Infiel'.
Caer o no caer
Al igual que 'Aguas profundas', esta cinta de 2002 viene dirigida por Adrian Lyne, al que ya he denominado el John Carpenter del thriller erótico, y se encuentra disponible para ver en Netflix (además de Amazon Prime Video). Pero ojo, sólo por tiempo limitado, ya que el día 14 de octubre es el último día para verlo en la plataforma de Ted Sarandos.
No desaprovecharía la oportunidad de ver una de las mejores y más infravaloradas películas de Lyne, ahí ahí con 'Flashdance' y 'Atracción fatal'. De esta último depende mucho, aunque no deja de ser una interesante evolución de su manera de reflejar la insatisfacción marital, buscando menos justificaciones existenciales o psicológicas y más centrado en mostrar.
Richard Gere y Diane Lane interpretan al matrimonio protagonista, perfectamente apacible y aparentemente idílico. Tienen un hijo al que quieren, dinero en abundancia, una bonita casa en un buen barrio, un buen trabajo estable. Sin embargo, ella conoce un día a un joven y atractivo hombre francés, coleccionista de libros, con el que empieza una aventura apasionada que va a trastocar por completo sus vidas.
'Infiel': llegando aún más lejos
Es innegablemente una película de Adrian Lyne, desde el primer minuto hasta el último. Una donde además no necesita jugar con una trama intrincada para justificar la parte thriller (hay esa trama, pero no es lo más esencial de la película), sino que van centrándose en la construcción de momentos entre su trío de personajes, en explorar emociones desde lo audiovisual, en jugar con elementos familiares de una manera que resulta fresca.
Por ello es una refrescante propuesta dentro de un especialista en el género, una progresión de alguien siempre inquieto a pesar de especializarse principalmente en un tipo de película (aunque no es que buscarse encasillarse, ahí está 'La escalera de Jacob'). Lane y Gere firman además dos trabajos muy notables para terminar de propulsar la sugerente propuesta. Una que no deberías dejar pasar mientras siga en Netflix.
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