Algunos espectadores que se han cruzado el cine de Michael Bay se han cuestionado si este tiene realmente sentido del humor, o si las risas que producen sus películas se derivan de ese "es tan mala que te ríes" que muchos usan de escudo para negarse la realidad sobre lo que están disfrutando. Pero el humor es parte fundamental de su cine. Lo ha sido en películas como 'Dos policías rebeldes', lo es también en sus 'Transformers', y también lo es en su último despliegue alucinante 'Ambulance: Plan de huida'.
Pero, por si quedaban dudas de ello, Bay hizo una comedia. Una comedia negra muy afilada y nada sutil, donde es capaz hasta de reírse un poco de sí mismo y del ideal americano al que tanto se ha inclinado.
'Dolor y dinero' ('Pain & Gain') no se corta a la hora de satirizar mientras emplea códigos del thriller criminal para retratar a delincuentes de poca monta que creen que van a dar el golpe que les resolverá la vida. No es una combinación excesivamente novedosa, pero el director se lo lleva a su particular estilo, quedando una especie de sátira negra de los hermanos Coen inflada a esteroides.
Extorsiona por el sueño americano
La película sigue la historia real de Daniel Lugo (Mark Wahlberg), contada en diversos artículos por Pete Collins, donde se detallan actos de secuestro, extorsión, tortura y asesinato de varias víctimas. En 1995, en la soleada área de Miami, Lugo decide realizar el "golpe del siglo" junto a un grupo de culturistas (Dwayne Johnson y Anthony Mackie) ligados al gimnasio donde trabaja, tratando de sacarle todo el dinero a uno de sus clientes (Tony Shalhoub).
La cosa, por supuesto, se irá yendo de madre por su absoluta falta de conocimiento y sentido común, además de problemas varios precedentes, como el problema con las drogas (recreativas) del personaje de La Roca. Christopher Markus y Stephen McFeely, guionistas de varias de las grandes producciones Marvel como 'Vengadores: Endgame', tratan de estructurar y escalar todos los actos vandálicos de este trío musculoso, buscando el equilibrio entre el disparate y hacer arcos emocionales consistentes.
Bay se encarga de que el tono sea abiertamente satírico, realzando la ridiculez de algunos de sus actos, exagerando la imagen para mostrar la absurda autopercepción que tienen los personajes y dando espacio para que la comedia golpee con fuerza.
"Bayhem" es de todo menos un cineasta sutil, o excesivamente sofisticado -al menos, según entiendas lo que es "sofisticado"-. No obstante, resulta interesante el ejercicio paródico que realiza aquí porque es lo más cerca que ha estado de la autoconsciencia.
'Dolor y dinero': uno de los mayores triunfos de Michael Bay
La manera en la que están presentes todas las banderas de Estados Unidos en los fotogramas, o como el personaje de Wahlberg está obsesionado con la grandeza que le ha vendido el sueño americano, es casi un ejercicio autocrítico de un autor que se ha enmarcado tanto en el patriotismo extremo.
También pone en el candelero a personajes cuyas características no están tan alejadas de los policías de Will Smith y Martin Lawrence, u otros héroes de su filmografía, pero esta vez se sitúan en el otro lado del espectro heroico.
'Dolor y dinero' termina siendo un fabuloso ejercicio, que junta astutamente comentario mordaz con comedia desternillante a cara perro, además de con las habituales disparates de acción del director, aunque sean a escala reducida -en comparación con Transformers, esto es puro cine independiente-.
Tiene además los mejores momentos como actores de Wahlberg y Dwayne Johnson, así que está consiguiendo proezas por todos lados. Uno de los mayores triunfos de Michael Bay que está para ver en el catálogo de Netflix.
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