En los inicios del streaming todo eran promesas. Netflix, de hecho, llegó a prometer que jamás habría anuncios en su plataforma porque es lo que le diferenciaba de otras alternativas como el cable (o, vaya, la televisión convencional), y cuando en 2016 presentó las descargas para ver offline se anunció que estaría disponible siempre en su catálogo de originales. Pero palabras como "jamás" y "siempre" tienen las patas muy cortas.
Todos los anuncios, ninguna de las descargas
Un vistazo al código fuente de la aplicación en iOS no deja muchas dudas sobre los planes de Netflix al respecto de su futuro plan más barato (a cambio de comerte publicidad): "Descargas disponibles en todos los planes excepto Netflix con anuncios". Además, Steve Moser, desarrollador iOS que estaba cacharreando con la app del streamer y se encontró con el percal, descubrió también que el reproductor estará oculto durante la emisión de los anuncios y no se podrán pasar.
Por mucho que la empresa de Reed Hastings y los suyos se empeñe en intentar que la experiencia de tener que ver anuncios no parezca una opción peor que el resto, vendiéndolo como experiencia ("Ahora, preparemos tu experiencia con anuncios") o prometiendo que será rápido y enseguida podrán disfrutar de Netflix, lo cierto es que el plan va a tener muchos más inconvenientes que el resto.
Si, como ya adelantó mi compañero Mikel, las empresas de streaming van a aprovechar sus planes con anuncios para subir los precios y estas versiones baratas estarán capadas de posibilidades, es posible que no sea el renacer de las suscripciones que esperan. Al fin y al cabo, otros streamers como Crunchyroll, Peacock o Pluto TV ofrecen su plan con anuncios totalmente gratuito: ¿Realmente hay una base masiva de usuarios pensando en pagar solo para ver sus series interrumpidas por publicidad? Habrá que ver si el órdago de las empresas está meditado o ha sido un simple movimiento a la desesperada. Volvemos después de la publicidad.
Ver 19 comentarios