Durante largo tiempo hemos tenido que establecer las barreras para los distintos tipos de cine, teniendo que buscar las experiencias más atrevidas y desafiantes en el cine de autor o independiente y recurriendo al mainstream estadounidense para buscar estímulos más primarios, el puro entretenimiento palomitero. Pero eso empieza a ser cada vez menos cierto con la proliferación de competencia desde el mercado asiático.
A una mayor tendencia hacia la planicie inofensiva del blockbuster americano le está llegando una necesaria respuesta tanto de China como de India, que no paran de fabricar espectáculos muy desatados y ambiciosos que están traduciéndose en éxitos, haciendo que su taquilla no dependa de las exportaciones. En India, con sus diferentes industrias funcionando a increíble rendimiento, cada vez están subiendo más la apuesta y la muestra está en la demencial ‘Kalki 2898-AD’.
Un nuevo futuro
Este loco blockbuster indio de ciencia ficción se ha convertido en uno de los éxitos del año, arrasando en la taquilla del país y también ha superado guarismos en Estados Unidos logrados por la sensación ‘RRR’. Dos estrellazas locales como Prabhas y Deepika Padukone lideran este espectáculo muy apropiado para fans de ‘Star Wars’, Marvel o ‘Mad Max’ que estaba pendiente de estreno en España, pero finalmente ha llegado a través de Netflix (eso sí, sólo en idioma hindi, no en el telugu original, y para acceder a ella hay que recurrir a ciertas tácticas con la cuenta).
En una tierra futurista y post-apocalíptica reina un monarca totalitario y divino de 200 años que reside en una pirámide invertida sobre la ciudad, y donde realiza experimentos perversos con diversas mujeres fértiles para mantener su inmortalidad. En la ciudad empobrecida se mueve Bhairava, un habilidoso y poderoso cazarrecompensas que terminará involucrado en la huida de una importante fugitiva y en la posible nueva reencarnación de Visnú, el Dios que bajó a la Tierra para proteger a la humanidad del mal.
Este mundo, al igual que su protagonista antiheroico, está dibujado con las ceras del estuche de la space opera, aunque el escenario no tenga lugar en el espacio sino en una Tierra futurista. Fácilmente se puede ver al personaje de Prabhas como un Starlord de ‘Guardianes de la Galaxia’, movido al inicio únicamente por aquello que le genere crédito o beneficio financiero y luciendo notables habilidades de lucha y gadgets de ciencia ficción entre líneas de diálogo chorras y bastante sobradas.
‘Kalki 2898-AD’: una divertida y brutal distopía
Esto coloca a ‘Kalki 2898-AD’ en un terreno más desenfadado y cartoon, evitando darse excesiva autoimportancia a pesar de todas las referencias a dioses y leyendas libertadoras, o cómo dibuja ese régimen opresivo. Se nota también la influencia de George Miller en cómo da forma a las pandillas que pueblan este mundo, tan animales como disparatadas, que dan mucho color al espectáculo que ofrece el director Nag Ashwin.
Por supuesto es imposible recomendar esta película sin hacer una aclaración que bordea el spoiler, pero puede ser clave para muchos: al final se nota que es la primera parte de una saga que muy probablemente continuará dado el buen desempeño económico y que se trata de una apuesta considerable. Sabiendo eso puede llegar a disfrutarse más de estas tres horas tan formidables como un poco irregulares, permitiéndose arriesgar para dejar estupefacto al espectador, en un sentido u otro. Francamente, quién necesita 27 repetitivas series de ‘Star Wars’ teniendo una marcianada así que divierte y luce mucho mejor con menos medios (y menos miedo al ridículo).
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