La estrella se mete en una sátira muy personal de la mano de un Pedro Pascal con el que logra estar gracioso
Nicolas Cage como actor de tu película es un arma que hay que saber utilizar muy bien. El reciente estreno de la fantasiosa ‘Dream Scenario’ es uno de los intentos más interesantes, metiéndolo en una elaborada pesadilla cargada de mucha comedia y lecturas sobre la celebridad. Colocarlo primero como hombre anodino y sin carisma resulta contraintuitivo sobre el papel, pero la película a su alrededor consigue convencerte de ello.
Es objeto de discusión cuanto hay de autoconsciencia en sus muchos esfuerzos en el cine de género o en el bajo presupuesto, realizados para cubrir sus deudas como él públicamente ha reconocido. Desde luego, transmite la sensación de que tiene medido cuando hay que buscar el meme en estos tiempos de Internet, y pocas veces ha quedado tan claro como en ‘El insoportable peso de un talento descomunal’.
No es fácil ser Nic Cage
Dirigida y co-escrita por Tom Gormican, esta explosiva comedia de acción hace un ejercicio de metaficción donde Cage interpreta una versión de sí mismo. Acompañado de Pedro Pascal, se mete en un arriesgado torbellino diseñado exclusivamente en torno a él. Uno que ya se puede ver en streaming a través de Netflix.
El Nicolas Cage de la ficción se encuentra en apuros económicos que debe resolver, especialmente para poder dar un futuro esperanzador a su hija. Es por ello que acepta una oferta más estrafalaria que algunos de los guiones más absurdos que ha recibido en su carrera: asistir al cumpleaños de un fan multimillonario. Sin embargo, al aceptar, termina involucrado como colaborador de la CIA que anda a la caza de este excéntrico rico.
Ha habido interesantes ejercicios de metaficción que resultaban de lo más delirantes sobre el papel, como fue el caso de ‘Cómo ser John Malkovich’ (ni siquiera el propio Malkovich encontró una respuesta lógica a por qué él en particular). Pero ‘El insoportable peso de un talento descomunal’, construyéndose enteramente ante leyendas y hechos de la carrera de su protagonista, y confiando plenamente ante su habilidad para abrazar su propio meme.
‘El insoportable peso de un talento descomunal’: un chiste de recorrido limitado
Cage parece dispuesto a ello, aunque en el proceso parece como distanciado de su propia leyenda, ejecutando secuencias de acción o de risa como si fuera otro personaje más. Eso resta trascendencia incluso en la parte satírica más desatada, mostrando incluso que el chiste sobre el que se sostiene tenía menos recorrido del que pensaron en un principio.
Desviaciones hacia el thriller de acción más pocho y a chistes que no tienen especial conexión con la historia (como el gracioso momento donde deciden ver la mejor película de la historia: ‘Paddington 2’, que refuerza la buddy movie que tiene con Pascal) dejan a esta película como un extraño artefacto. Menos hilarante y exitoso de lo que pretende, pero con suficientes elementos de culto para todos los devotos de la iglesia de Cage, que no son pocos (completamente lógico por otra parte).
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