Es algo bastante viejo en la industria cinematográfica: si algo funciona, busca explotarlo al máximo a partir de sus elementos más básicos porque es lo que la gente quiere. El thriller policial es uno de los muchos géneros adultos que han encontrado refugio en las plataformas de streaming, y es uno de los que más éxito ha logrado tener en esos servicios. Como era de esperar, se han producido muchas más películas y series de ese género, y las que no se producen se adquieren.
Y en orden de maximizar los beneficios, se intenta que estos tengan los elementos que el algoritmo ha detectado que funcionan especialmente y consiguen mayor número de visionados. Por eso tenemos tantos productos (porque acaban siendo más eso) que resultan indistinguibles y tremendamente planos. Por consiguiente, aburridos. De vez en cuando sale alguno que busca espacios en los que diferenciarse, como sucede con 'Reptiles'.
Como una serpiente
El último éxito original estrenado en Netflix es una adquisición que tuvo un discreto paso por festivales de cine a comienzos de otoño y ahora se ha convertido en fenómeno en plataformas. Consiguiendo ser la película más vista en muchos países, la película protagonizada por Benicio del Toro, Justin Timberlake y Alicia Silverstone se presenta con una atmósfera oscura e inquietante, un misterio intrincado y un aspecto estilizado con esa falsa textura de celuloide realizada por el genial director de fotografía Mike Gioulakis.
En ella, una pareja de agentes inmobiliarios parece estar pasando un duro momento personal, pero todo termina dando un giro radical cuando ella aparece muerta en su domicilio. Un concienzudo detective del departamento de homicidios se pondrá a cargo de la investigación, sospechando del ex-marido que está ligado con el mundo de la droga. Pero el caso tendrá muchas más capas que desentrañar.
Escrita y dirigida por Grant Singer, cuya experiencia previa reside en el mundo del videoclip y los documentales musicales, este thriller de ambiciones noir es su debut en la dirección. Es difícil decir que no se note bastante, intentando compensar con una estética muy calculada y prominente además de un montaje deliberadamente obtuso para compensar la falta de verdadera sustancia de un guion que también firma Del Toro (quizá haciendo reescrituras). Uno que, además, no tiene nada especial con respecto al thriller medio de algoritmo que tenemos habitualmente.
'Reptiles': avanzando en fango
Singer no disimula influencias que van desde los tenebrosos thrillers de David Fincher a la capacidad de Steven Soderbergh de elaborar misterios que implican conspiraciones socioeconómicas a varios niveles. Pero sólo parece rascar la superficie de ambos estilos, ya que 'Reptiles' carece del ritmo o la capacidad de generar intriga con su misterio, y desde luego es incapaz de indagar en cuestiones de la condición humana como hace el buen cine negro. Es una película tan enamorada de sus cartas que intenta ocultarlas todo lo posible, fallando en intentar cautivar en el primer acto,.
Aparte de Del Toro y Silverstone, que funcionan en esa dinámica de matrimonio capaz de lanzarse pullas y aceptar estar conviviendo con la oscuridad, el reparto resulta ocasionalmente risible, con un Justin Timberlake siendo un pan sin sal (entendiendo bastante mal lo que sabe hacer como actor) y un Michael Pitt que es tan obvio que resulta sonrojante. Su trama se enfanga repetidamente, llegando a más de dos horas de denso metraje sin demasiada necesidad, y en su climático final toma una serie de decisiones que dejan sin palabras, y no en el mejor sentido. Es ciertamente desconcertante, más apasionada por sus ínfulas que por la clase de película que debería ser (respuesta: 'Único testigo').
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