Netflix está en un momento crucial de su historia, y tiene que elegir entre ser el servicio que apoyaba a los creadores que era al principio o el monstruo obsesionado con los datos en el que se ha convertido. Según ha investigado The Wrap, los últimos en sufrir los bandazos imprevisibles del gigante del streaming han sido los miembros del equipo de animación infantil, cancelando, ya de paso, algunos de los proyectos más interesantes y creativos en favor de otros más importantes para los datos. Dicho de otra manera: han cancelado ‘Bone’ para sacar más series de ‘El bebé jefazo’.
Estúpidas, estúpidas mostrorratas
La cancelación de ‘Bone’, un proyecto basado en el cómic de Jeff Smith que fue anunciado en 2019, debería darnos una idea del desbarajuste que tienen ahora mismo en el departamento de animación infantil de la compañía. Al inicio de esta semana, Phil Rynda (director de liderazgo creativo y desarrollo de animación original) fue despedido junto con gran parte de su equipo. Rynda ha trabajado en ‘Hora de aventuras’, ‘Gravity falls’, ‘Las sombrías aventuras de Billy y Mandy’, ‘Steven Universe’ o ‘Chowder’. Si alguien sabe de animación es él, y Netflix ha decidido prescindir de sus servicios. Pero, ¿por qué?
Se puede explicar con una anécdota que es más que eso: cuando los nuevos creadores entraban a trabajar en la plataforma, Rynda les decía que el lema era “Queremos ser el hogar de la serie favorita de todo el mundo”. Hace poco, Reed Hastings lo cambió por “Queremos hacer la serie que nuestra audiencia quiere ver”. Hay una gran, gran diferencia. Y tiene que ver, por supuesto, con la obsesión por el análisis y los datos: una serie no puede sobrevivir si no da los datos necesarios para ello, no importa lo buena que sea o la base de fans que tenga.
No hace tanto que el departamento de animación de Netflix era visto como poco menos que una utopía: allí se dirigieron personas como Craig McCracken, ND Stevenson, Guillermo del Toro o Alex Hirsch a desarrollar sus nuevos proyectos, y se lanzaron series fabulosas como ‘Kid cosmic’, ‘She-ra’, ‘Trollhunters’, ‘Hilda’ o ‘Kipo y la era de las bestias mágicas’. Pero no es el ejemplo que Netflix muestra como el ideal de lo que una serie de animación debería ser en la plataforma, no: la que destaca por encima de estas es… ‘El bebé jefazo’.
Datos, datos, datos
¿Conocéis ‘Los fantasmas de la ciudad’? Es una de esas series que Netflix estrenó condenada a pasar el resto de sus días en el fondo del catálogo, a pesar de ser una creación de Elizabeth Ito, directora y guionista de ‘Hora de aventuras’. La serie tiene un 100% en Rotten Tomatoes, ha sido nominada a un premio Peabody (tras su cancelación) y tan solo consiguió una mención en la cuenta de Twitter de la empresa tras la insistencia de la creadora después de varias horas de la nominación. Un tuit de Ito, ya fuera de la empresa, dice “¿Quién es el bebé jefazo ahora, colega?”.
Es innegable la importancia abismal que Netflix da los datos, a los que los creadores no tienen acceso. No hay discusión posible acerca de los mismos y solo refuerzan el punto de vista de la empresa. Le ocurrió a Megan Nicole Dong, creadora de ‘Centauria’, que al terminar la última temporada planteó “Si queréis más, podemos hacerlo”. En su lugar, Netflix sacó datos y más datos sin contexto alguno sobre lo que significaban para ellos… Y cuando los productores pidieron verlos, les impidieron el acceso, para que no pudieran cotejarlos o hacer su propio análisis. Es una experiencia similar a la de Ito, que describió la experiencia de mirar a los datos como “Qué deberían haber conseguido por lo que gastaron en la serie”, de tal manera que solo decían lo que Netflix quería mostrar, sin dar opción a debate.
Ito, que salió escaldada y con muchas dudas del proceso, en el que recibió más datos ante sus preguntas, escribe en Twitter que “se parecía a una secta o, como mi terapeuta dijo, tratar con un sociópata”. Ahora, Netflix ha cancelado algunas de las series más prometedoras de los próximos años, como ‘Bone’, ‘Toil and Trouble’ (lo nuevo de Lauren Faust, creadora de ‘My Litle Pony: La magia de la amistad’) o ‘Los cretinos’, basada en la obra de Roald Dahl y que iba a dar comienzo a varias producciones basadas en libros del autor. La empresa confirma que esta sigue en pie, aunque “probablemente” en forma de película. En todo caso, algo huele a podrido.
Un último dato: ‘El bebé jefazo’ ni siquiera es un original de Netflix: se trata de una serie licenciada de Dreamworks. Tendría que dar para pensar, si los números no dijeran otra cosa.
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