Pasan los años y lo que muchos pronosticaban como una contienda que se resolvería rápidamente —independientemente del bando vencedor— se ha terminado convirtiendo en una guerra que ya abarca más de una década. Esta no es otra que la que enfrenta a las plataformas de streaming y al modelo de distribución tradicional en salas de cine.
La gran N de la pequeña pantalla
Poco a poco, las líneas que han separado ambas ventanas se han ido desdibujando e, incluso cruzándose. Sin ir más lejos, grandes compañías como Amazon Studios o Apple Original Films han terminado rindiéndose a los encantos de la gran pantalla para dar recorrido en salas a títulos como 'Air' —que ya suma 54 millones de dólares en la taquilla internacional— o la próxima 'Killers of the Flower Moon' de Martin Scorsese respectivamente.
No obstante, como si de la aldea de Astérix se tratase, una plataforma se resiste a exhibir sus producciones originales en los patios de butacas. Me estoy refiriendo a una Netflix que a finales del año pasado sugirió que abrazaría el modelo de toda la vida tras distribuir internacionalmente 'Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion', pero Ted Sarandos, Co-CEO de la Gran N, enterró toda esperanza durante la última presentación de resultados financieros trimestrales.
Así lo expresó Sarandos:
"La división de películas lo está haciendo genial. Llevar a la gente al cine no es nuestro negocio. Lo es tener contenido nuevo apetecible que aumente el valor para nuestros miembros y nuestro negocio. No hay grandes cambios en juego".
El posicionamiento de Netflix respecto a la distribución cinematográfica en salas llega envuelto por la aún vigente polémica sobre la limitación de las cuentas compartidas que ha frenado drásticamente el aumento de suscriptores en el primer trimestre de 2023. Concretamente, los tres últimos meses de 2022 se suscribieron al servicio 7,66 millones de usuarios; los tres primeros de 2023, tan solo 1,75 millones.
La compañía ha reconocido que sus estrategias recientes son mejorables y, probablemente, aplicarán nuevas medidas y cambios para hacer su servicio más atractivo, pero está por ver si sus modificaciones serán suficientes para volver a atraer al público. De no ser así, está por ver si Sarandos y compañía terminarán hincando la rodilla y dejando volar sus producciones originales más allá de la pequeña pantalla.
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