Hulk Hogan es quizá la mayor estrella de la historia del wrestling. Durante los años 80 logró catapultar a WWE a la cima -la compañía detrás de lo que en España conocimos durante muchos años como 'Pressing Catch'- y no cuesta entender el motivo por el que la compañía haya decidido contar con él para el estreno de 'Raw' en Netflix. Eso sí, lo que seguramente no se esperaban para nada es que fuese a ser recibido con abucheos por parte del público.
El primer programa de 'Raw' en Netflix estaba llamado a ser un evento sencillamente imprescindible y su contenido no decepcionó en absoluto. Dwayne ‘The Rock’ Johnson y John Cena también hicieron apariciones que fueron muy bien recibidas por los allí asistentes, pero con Hogan la cosa fue muy distinta.
¿Por qué abucheos? Hay varias posibilidades que explican esa recepción hacia Hogan. Por un lado, estos últimos días se dio a entender que el plan original era que apareciese el muy querido 'Stone Cold' Steve Austin y que eso fue finalmente descartado en favor de Hogan. No fueron pocos los que ya habían mostrado se decepción online por ello.
Además, Hogan también mostró abiertamente su apoyo a Donald Trump en las pasadas elecciones, lo que puede haberse vuelto en su contra. Sin embargo, el Enterrador también apoyó a Trump y él no recibió abucheos cuando salió a apoyar a Rhea Ripley cuando se proclamó nueva campeona.
A todo eso hay que sumarle que el programa de Raw se grabó en el Intuit Dome de Los Angeles, por lo que Hogan tuvo que enfrentarse a un público muy específico, ya que se trata de un feudo del partido demócrata. De haberse hecho en otra ciudad, es posible que esos abucheos no se hubiesen producido o que fuesen mucho más reducidos. Pero claro, ¿por qué a Hogan sí y al Enterrador no?
Un polémico pasado. Quizá el hecho de que básicamente apareciese para promocionar su nueva alianza de su marca de cervezas con WWE no sentó bien al público -un usuario de Twitter no dudó en mostrar su alegría por ver "aniquilado a Hogan por intentar vender su copia barata de Bud Light"-, pero lo más probable es que el gran punto de partida de esos abucheos se remonten a la batalla legal que enfrentó a Hogan contra Gawker.
Gawker publicó en 2012 la sex-tape de Hogan con Heather Clem, por aquel entonces mujer del presentador radiofónico Bubba the Love Sponge. Contando con el apoyo de Peter Thiel, cofundador de Paypal, Hogan logró imponerse en 2016 en el tribunal y Gawker Media fue condenada a pagar 115 millones de dólares en daños compensatorios y 25 millones en daños punitivos. Eso llevó a que la compañía se declarase en bancarrota y finalmente llegase a un acuerdo con Hogan por valor de 31 millones de dólares.
A eso hay que sumarle que en Hogan usaba en ese vídeo la palabra "nigger", lo cual provocó una tremenda polémica y llevó a que la propia WWE le expulsase de su salón de la fama en 2015, aunque le readmitió tres años después. Justo es destacar que él se había disculpado por lo sucedido en 2016 afirmando lo siguiente:
No soy racista, pero nunca debí decir lo que dije. Estuvo mal. Me avergüenzo de ello, pero mucha gente tiene que darse cuenta de que uno hereda cosas de su entorno. Y donde yo crecí era el sur de Tampa, Port Tampa, y era un barrio muy duro, de muy bajos ingresos. Todos mis amigos nos saludábamos diciendo esa palabra. La palabra era lanzada como si nada...
Demasiadas cosas en su contra y todo eso llevó a ese histórico abucheo.
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