El cielo es azul, el agua moja y si me ponen una película de Liam Neeson dirigida por Jaume Collet-Serra voy a aparecer tarde o temprano para verla y para recomendarla con vehemencia. En esta ocasión nos vamos a alejar de los aviones y trenes que sirvieron de escenario a las notables 'Non-Stop' y 'El pasajero' y vamos a sumergirnos en la gran manzana para hablar sobre la fantástica 'Una noche para sobrevivir' ('Run All Night').
Odisea neoyorquina
Tras la primera experiencia en 'Sin identidad' y después de hacérselas pasar canutas a 10.000 pies de altura, Jaume Collet-Serra volvió a dirigir al actor irlandés en otro thriller de alto voltaje que, probablemente, sea la mejor de sus cuatro colaboraciones hasta la fecha. Una odisea neoyorquina que aparca la vis hitchcockiana de sus predecesoras para abrazar el espíritu del mismísimo Walter Hill.
En 115 precisos minutos, el catalán afincado en Los Angeles moldea un relato en el que se ven reflejadas cintas como 'The Warriors' y 'Traición sin límites', de las que extrae su huida sin descanso por la ciudad de Nueva York a lo largo de una noche interminable y la relación de amor-odio entre dos personajes obligados a darse caza respectivamente.
Además de Hill, dos gigantes como William Friedkin y John Frankenheimer impregnan con su esencia un ejercicio que vuelve a confirmar la excelente mano de su máximo responsable para construir tensión y narrar en imágenes con una precisión envidiable. Y es que, como viene siendo habitual, 'Una noche para sobervivir' es prácticamente impecable en lo que a técnica y lenguaje respecta.
No obstante, la vis dramática del largometraje no se queda atrás, brindando al protagonista mejor perfilado de la dupla Serra-Neeson y enfrentándole a un gigante de la interpretación como Ed Harris. De este modo, además de acción trepidante y tensión, la cinta ofrece una dinámica de personajes poco habitual en este tipo de producciones que la convierte en uno de los mejores ejercicios del género de la última década.
'Una noche para sobrevivir', cuyo reparto completan nombres de la talla de Vincent D'Onofrio, Joel Kinnaman, Génesis Rodríguez o Nick Nolte cuajó a medio gas en una taquilla que "sólo" logró cosechar 71 millones de dólares en todo el mundo sobre un presupuesto de 50 millones. Una suma que poco tiene que ver con la calidad de esta tragedia urbana en la que amistad y familia chocan frente a frente.
Si quieres comprobar si todas mis alabanzas hacia la película son ciertas, puedes hacerlo en streaming a través de Netflix o en Movistar Plus+. Yo tengo claro que voy a repetir sin pensármelo dos veces.
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