Está en Netflix, fue nominada a 10 Oscars, pero injustamente se quedó sin ninguno a pesar de ser una de las mejores y más personales películas de su director

No siempre queremos ser conscientes de este hecho tan inevitable, pero siempre hay que tener en cuenta que algunos de los más veteranos maestros cinematográficos van a dejarnos en algún momento. Igual que todos morimos, ellos al pasar de los ochenta años empiezan a tenerlo muy presente, y hasta tratan de comunicárnoslo.

Incluso teniendo presente que nos vamos a despertar un día con la noticia de que ha muerto una leyenda, hay cierta pena preventiva ante el hecho que luego se va a tornar devastadora en cuanto se produzca. Es una sensación que arroja una poderosa luz a películas como la épica y demoledora 'El irlandés'.

La amarga existencia del criminal

Martin Scorsese nos ofreció su última revisión del cine de gángsters con un prisma bastante diferente, aunque con rostros familiares. Con el power trio de Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino nos mete en una crónica negra del poder en Estados Unidos que se puede ver en streaming a través de Netflix, y que mereció más reconocimiento que 10 nominaciones al Oscar de las que no se llevó ningún premio.

El irlandés del título es Frank Sheeran, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que un día encuentra un buen puesto de trabajo en el crimen organizado. Bien relacionado y apreciado, termina ascendiendo posiciones hasta ser figura cercana de Jimmy Hoffa, un célebre líder sindical con bastante obsesión por el poder y cierta facilidad para la corrupción. Sheeran se encontrará a menudo entre la espada y la pared por mantener su lealtad a Hoffa y con los grandes jefes de la mafia.

Aquí encontramos una experiencia casi radicalmente diferente con otras cintas de gángsters de Scorsese, como cabría esperar siendo el Scorsese de casi 80 años muy distinto al más joven y nervioso de antes. El inexorable paso del tiempo es reflejado de maneras muy interesantes, incluyendo la criticada duración excesiva que, sin embargo, el director consigue emplear como herramienta para reflejar las dimensiones épicas del relato.

'El irlandés', crónica negra y la inevitabilidad de la muerte

Mucho se ha hablado del resultado desigual del CGI empleado para rejuvenecer a sus veteranos actores, pero no cambia que Scorsese plantea bien el punto de vista desde el recuerdo y el arrepentimiento, arrojando matices a todo lo que vemos. Crónica negra de uno de los episodios más terribles de Estados Unidos conectado a la vivencia personal de un hombre mayor que ve la muerte al borde de la esquina.

Los momentos más arrebatadores de ‘El irlandés’ no son como las de otras películas suyas del género, que podían cegar con flashes glamourosos de la vida gángster que termina volviéndose la perdición de los protagonistas. Aquí hay una penetrante sensación de soledad al final de la carretera, de amargura ante todas las amistades perdidas en el camino y mucho más. Como obra de vejez consigue ser genuina e interesante, y una película de renombre en lo que podríamos calificar con la última década prodigiosa de Scorsese.

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