El pasado lunes, la televisión publica canadiense emitió el final de la tercera temporada de 'Anne with an E', la adaptación conjunta con Netflix de la famosa novela 'Ana de las tejas verdes'. Pues malas noticias para sus seguidores ya que no habrá cuarta temporada de la serie protagonizada por Amybeth McNulty.
Así lo ha anunciado en su perfil de Instagram Moira Walley-Beckett, quien ha explicado que la decisión viene conjunta de CBC y Netflix (que estrenará globalmente esta última temporada el próximo enero), además de sentirse agradecida por estos años de trabajo y la cálida acogida de la serie.
"Queridos fans y amigos de #AWAE, disculpas por la triste noticia de Netflix/CBC de hoy. Ojalá pudiera ser diferente, pero no lo es. Hemos alcanzado el final de la carretera a Green Gables después de tres temporadas maravillosas. Mi corazón pesa, pero estoy tan orgullosa de la serie, tan orgullosa de mi talentoso reparto, plantilla, guionistas y directores por trabajar juntos tan apasionadamente para llevar mi visión de Anne a la vida. Me siento agradecida y humilde por esta experiencia y me siento bendecida realmente por haber tenido esta oportunidad de compartir esta bella y profunda historia con todos vosotros, mis espíritus gemelos. Sé que habéis amado esta serie tanto como yo y os lo agradeceré por siempre jamás"
Imperialismo Netflix
La cancelación viene en un contexto de ruptura entre Netflix y la cadena pública canadiense CBC. Esta última considera que seguir colaborando con la plataforma para la coproducción y distribución de sus series significaría un deterioro en la industria del entretenimiento nacional. Según recoge Financial Post, Catherine Tait, la CEO del ente público, opina lo siguiente:
"Varios países han hecho tratos, como nosotros, con Netflix... y en este tiempo estamos empezando a ver que estamos alimentando el crecimiento de Netflix, o el de Amazon, en vez de alimentar nuestro propio negocio e industria nacional"
Tait, además, se ha mostrado muy crítica con el modelo de negocio de Netflix. Incluso llegó a comparar a la plataforma con un imperio colonialista que amenaza la cultura de todo aquel territorio que pisa. Declaraciones de las que se retractó poco después.
Esta ausencia de financiación a los creadores "fuera del ecosistema de Netflix" es un problema de fondo que no solo existe en Canadá, hace unos meses supimos que el gobierno de España estaba estudiando el implantar que Netflix, Prime Video, HBO y compañía pagasen una tasa de financiación a RTVE similar al que se grava a las televisiones privadas.
En otros países, además, se está buscando el que pasen a financiar el cine (en Costa Rica, por ejemplo, se ha propuesto estas últimas semanas un impuesto del 1.5%). En Europa se les exige una cuota de al menos un 30% de producción local.
Esta ruptura pone en peligro otra de las notables series de la CBC: 'Schitt's Creek' que ganó popularidad gracias al trato con Netflix hasta el punto de granjearse cuatro nominaciones a los pasados premios Emmy. Sin embargo, no creo que este sea el caso ya que el acuerdo de los Levy es distinto.
Otro factor: la maldición de la temporada 3
Además de esta ruptura entre CBC y Netflix, con 'Anne with an E' nos encontramos con la "maldición de la tercera temporada", que marca que una serie debe ser muy rentable como para que la plataforma pague lo que le cuesta emitirla al llegar a su temporada 3: un "bonus" (una especie de license fee, es decir, la licencia de emisión) que aumentaría considerablemente en dicho año.
Así podemos encontrarnos con una doble circunstancia que puede que se contagie a otros países. Netflix mantiene tratos similares al de CBC con varias cadenas públicas para la distribución y coproducción de series y la visión de Canadá sobre el papel de las plataformas en la producción doméstica no está muy alejada de la de otros países.
Aunque las declaraciones de Tait puedan parecer un "canadiense descubre el capitalismo", creo que esto puede ser un toque de atención al modelo de coproducciones que mantiene Netflix. Un trato que a primera vista puede ser ventajoso ya que uno recibe la golosina que es la visibilidad global mientras que otro tiene algo con el que llenar su catálogo y captar clientes... lo que hace que el crecimiento de la OTT sea bastante más importante.
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