Pusimos las expectativas altas con 'Todas las mujeres', la serie de TNT que se estrenó el pasado 10 de octubre y que se ha convertido en la primera ficción española producida por un canal de pago. Por lo diferente en el proceso de creación, queríamos comprobar si además ofrecía algo a lo que no estábamos acostumbrados, ya que tenía la oportunidad de sentar las bases de un nuevo estilo de ficción. Por fin ya podemos valorar el trabajo realizado y, aunque habrá opiniones para todos los gustos, la serie ha arriesgado ofreciendo elementos poco comunes a los de la ficción nacional del resto de cadenas.
'Todas las mujeres' es una apuesta por los personajes más que por la propia historia. Por eso cada capítulo, que ronda la media hora de duración, se divide en pocas escenas, para que los actores tengan tiempo de mostrar de qué son capaces sus personajes, cómo piensan, cómo reaccionan, cómo dudan, sin prisas ni cortes apresurados de por medio. Y en escena sólo aparecen los personajes esenciales, algo que realmente me gusta. Nada de secundarios ni de extras, sólo vemos a quienes son imprescindibles para el desarrollo de la trama. Los episodios muestran al protagonista cara a cara con las personas que están marcando su vida (su mujer, su amante...) y para observar esta relación no necesitamos ver a nadie más que desvíe nuestra atención.
Ya sea por su bajo presupuesto, o porque realmente sus creadores hayan apostado por ello, la serie tiene una estética que recuerda a una obra de teatro. Pero este hecho, que a priori puede parecer positivo, no es necesariamente algo bueno. El teatro no es televisión, por lo que creo (quizá porque mis neuronas están demasiado acostumbradas a lo que hasta ahora ofrecen el resto de cadenas) que a esta serie le falta algo de ritmo. Puede parecer incompatible alabar la dedicación que los guionistas le han dado a los personajes y aún así criticar su falta de ritmo, pero es una mezcla que no veo proporcionada y que no me termina de convencer.
Tengo que reconocer que los actores, o por lo menos los que he visto hasta ahora, hacen un buen trabajo. Hasta Michelle Jenner, de la que no creía que fuera capaz de encajar en el proyecto, sobresale en su actuación. Pero sin duda el que más destaca es Eduard Fernández, no sólo porque sea el protagonista de la serie, sino porque su facilidad para la actuación hace que 'Todas las mujeres' sea más grande de lo que podría haber sido con otro actor principal.
Lo que he visto hasta ahora me ha creado la necesidad de ver cada uno de los seís capítulos que componen esta serie, ya que quiero observar dónde lleva esta trama y hasta dónde terminan de arriesgar sus creadores. Y, pese a que la ficción termine y me deje con mal sabor de boca, no podré dejar de admirar el riesgo que ha corrido TNT por llevar a cabo esta apuesta. Esperaré que otras cadenas de pago se animen, siguiendo un ejemplo que no sólo engrandece a estos canales sino que enriquece las series nacionales. Algo que algunos estábamos esperando y, para qué engañarnos, también necesitábamos.
En ¡Vaya tele! | 'Todas las mujeres' se estrena el 10 de octubre en TNT