La ambientación de 'La peste' en la Sevilla del siglo XVI tiene una motivación indiscutible: en ese siglo, la ciudad andaluza era la capital de Europa en términos comerciales. Como refleja la suntuosa producción de Movistar+, desde allí se controlaban las riquezas que entraban de América y llegó a ser un centro multicultural que favoreció el florecimiento de las artes, jugando un papel básico en el nacimiento del Siglo de Oro español.
Y derivada de esa ambientación inevitable, hay una cuestión asociada de forma directa que ha suscitado críticas y comentarios en redes sociales: el acento de los personajes, que algunos tuiteros han calificado de incomprensible, y algunos ya hacen apología de subtitulado en el propio idioma para poder abrirse paso por el característico acento sevillano. La reacción diametralmente opuesta a las acusaciones no se ha hecho esperar: ¿estamos ante un caso de clasismo disimulado, que aprovecha el acento del sur para calificar a los andaluces, una vez más, de incultos?
Pués me he terminado los seis capítulos de #lapeste Muy bien. Gran producción y vista con subtítulos para sordos se entiende.. sino ni una miajica... y no. No es porque hablen con acento andaluz. Es que no vocalizan.
— Amalia Blanco (@AmaliaBlanco2) 14 de enero de 2018
Confesión previa: soy de Murcia y toda mi familia es de allí, así que me las defiendo maniobrando con el a veces (lo reconozco) escarpado acento del sur. Y tuve mis dificultades para habituar el oído a los primeros diálogos de la serie. Pero creo que, y en eso coincido con muchos críticos de la serie, que no es tanto un problema de acentos como de deficiencias técnicas: el sonido grabado en directo es adecuadamente realista pero, en algunas ocasiones, ininteligible.
Sería maravilloso poder enterarme de lo que dice la gente en #LaPeste ¿Tanto les cuesta vocalizar? O en su defecto, bajar el ruido ambiente y subir las voces. Que no me estoy enterando de naíca.
— Ana (@anafdm) 12 de enero de 2018
Los problemas empezaron a llegar cuando las críticas subieron de tono, y se pasó de un "esta serie no se entiende" a un "malditos andaluces, qué les costará vocalizar como se manda en Castilla".
He empezado a ver la serie de la Peste. Voy a ver si la encuentro doblada al inglés porque en castellano no se les entiende un pijo.
— Laura Santos (@LaSantosAs) 13 de enero de 2018
¡Qué horror de dicción! Al menos, que den la opción de los subtítulos. #LaPeste
— Adriana Barceló (@AdrianaBarcel) 14 de enero de 2018
Guardianes de las esencias lingüísticas
Twitter no ha tardado en convertirse en una batalla campal entre exégetas del acento andaluz y espectadores que exigen actores con diplomas de acento cero y libro de familia radicado en Valladolid. Las protestas de los andaluces han virado rápidamente a criticar la hipocresía que supone consumir (e incluso enorgullecerse de cómo se pega el acento) series con un uso extremadamente retorcido del castellano, como 'Narcos', y luego quejarse del acento sevillano de 'La peste'. Lo ha resumido perfectamente este montaje de la página de Facebook Glorious Andalusian Emirate memes
Las quejas son lógicas, y además ponen otra cuestión sobre la mesa: en la ficción española se suele restringir a los andaluces a papeles de incultos y delincuentes. Cuando, como en 'La peste', aparecen personajes con un acento común, pero de extracciones sociales muy diversas, el choque es brutal.
Es normal, llevan años escuchando un "andaluz" forzado, llebado al maximo umbral solo para ridicularizar, ahora se encuentran el acento normal sevillano y no lo entienden .Al oido es dificil engañarlo
— ronylito (@ronylito76) 15 de enero de 2018
Toda la polémica transpira, ciertamente, un clasismo muy feo, que determina lo que es pronunciar "bien" y pronunciar "mal". Dejando aparte que también hay formas del acento sevillano más vinculadas a cultura más humilde y otras que son, simplemente, cuestión de la zona en la que se nació, lo que está claro es que una serie ambientada en Sevilla no puede exhibir personajes con acento de Burgos. Y que el acento sevillano no es tan incomprensible como se anda diciendo por Twitter: solo hay que hacer un pequeño esfuerzo.
Entre las nuevas formas de transitar el ridículo ahora toca protestar por actores y actrices con acento andaluz. Qué desgracia compartir oxígeno con ese clasismo tan especialmente grotesco y ceporro.
— Álex Portero (@VelvetMolotov) 16 de enero de 2018
Todo el debate se ha seguido enfangando, cómo no, con la llegada de los Carnavales de Cádiz, donde unos algo intransigentes tuiteros los han calificado, con aires un poco de señoritos, de cosa para clases bajas. Este hilo de LouLou también resume muy bien la lógica indignación de los gaditanos, entrando ya en un desprecio más amplio y tristemente muy habitual del norte por el sur, y que retoma temas que se han tratado en la polémica de 'La peste'
Yo, que soy de Cádiz y he vivido en Cataluña, no puedo por menos que quedarme estupefacta ante ciertos catalanes que, desde su pretendida sofisticación intelectual, tildan de inculta y muerta de hambre a toda una provincia, como si ellos fuesen todos Martín de Riquer.
— Loulou (@loulourevisited) 16 de enero de 2018
... o dicho de otro modo:
Nunca se subraya lo suficiente que cuando alguien habla despectivamente de tal o cual acento queda retratado como un perfecto PALETO, aunque se piense que es al revés. https://t.co/dyp9J2pHJq
— MOIRA HELL (@evcdmr) 16 de enero de 2018
Al final, como siempre, lo mejor es tomárselo con humor. Que se lo pregunten si no a Chococriskis, una de las personas con un acento murciano más aguerrido de la península ibérica.
Mis padres son andaluces los dos y ojalá no entenderlos el 75% del tiempo.
— La misteriosa C. Criskis (@chococriskis) 16 de enero de 2018
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