Pero ahora, en un acto de temerosa precaución, la cadena de Fuencarral ha optado por mover ficha y intercambiar su programa de patinadores por una de sus ficciones de mayor audiencia, Hospital Central. Con este cambio, a la Obregón se le ponen las cosas complicadas, ya que la serie de los médicos es un valor seguro y un muy difícil competidor. La noche de los martes quedaría entonces entre las privadas con Los 4400, que pinchó con sus nuevos capítulos, y el programa de Manel Fuentes. Buena jugada para intentar darle más cancha a la gran apuesta de temporada de Telecinco, pero mala idea si pretenden que los espectadores aguantemos estos cambios continuos de programación. Por desgracia ahora lo pueden hacer sin ningún tipo de penalización: el gobierno redujo a tres días la obligación de adelantar la programación televisiva. Ésta costumbre está siendo demasiado habitual en nuestra televisión. Se utiliza para encontrar la máxima rentabilidad en las grandes inversiones de las cadenas, sobretodo de las privadas, afianzando así sus productos en una cada vez más complicada parrilla televisiva. Pero con ello se olvidan de lo más importante: nuestra paciencia. Los directivos creen demasiado en la fidelidad del público, pero todo tiene un límite. El riesgo de perder nuestra confianza sería el peor de los negocios. Ahora, ante este primer movimiento de curso, es de esperar que Antena 3 contraataque. Veremos cual será su próxima jugada: si siguen confiando en el potencial de Ellas y el sexo débil y aguanta el jaque de Telecinco, o cambian de estrategia para no tener un cara a cara con los médicos. En todo caso, ¿hasta cuando seguiremos permitiendo que las cadenas jueguen con nosotros?
Vía | vertele.com
En ¡Vaya Tele! | 3 días para dar la programación