Hay una serie de programas en la televisión que me producen el mismo efecto de "dejá vù". Es encender la tele y pensar... "¿pero esto no se había terminado ya?". Mal está que se haga con series grabadas (Los Simpson y Friends se llevan la palma... ¿cuántos años seguidos se han estado emitiendo?), pero con programas "en directo"... Van enganchando temporadas una tras otra, a fin de explotar la presunta gallina de los huevos de oro. ¿Que gusta Mira quien baila? Iniciemos una nueva temporada apenas dos semanas de terminada la anterior. Hagamos unos programas especiales entre medias. Hagamos una temporada para profesionales en la que rescatamos a algunos de los famosos que ya han bailado. Y así, se pasan las semanas y siempre hay un "Mira quien baila" que llevarse a la boca.
Y con El Club de Flo, tres cuartos de lo mismo. Acaba una temporada, y ya está preparada la siguiente. Y siempre tenemos a Flo y sus famosos (presuntamente) graciosos.
A mí me resulta una estrategia, a parte de poco imaginativa, poco eficaz. Es lo más parecido a la estrategia de tierra quemada, de esquilmar un caladero. Si un programa (o un profesional) funciona en televisión... ¿no tiene sentido dejarle respirar un poco, y dejar al público descansar durante una temporada, en vez de enganchar una temporada tras otra sin solución de continuidad? Claro que, para comprobarlo, habría que saber cómo hubieran funcionado estos programas con un descanso de por medio...