La presión televisiva, la calidad y los recursos económicos

La presión televisiva, la calidad y los recursos económicos
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Parece de sentido común: si todos los días tienes que llenar una hora de televisión, es más fácil que entren contenidos "de relleno" que si simplemente tienes que hacer una hora a la semana, redundando así en una reducción de la calidad media de los programas. No es lo mismo ir con la soga al cuello porque tienes que hacer el programa que tener tiempo para que la creatividad surja, por no hablar luego de la plasmación de dicha creatividad. Y es que si bien un cierto grado de presión es bueno, el exceso acaba afectando al propio trabajo.

Frente a la dinámica de "rellenar horas de programación" que tienen las cadenas de televisión tradicionales, tenemos la opción del consumo televisivo bajo demanda. Si en vez de tener una parrilla que rellenar simplemente se generasen los contenidos "cuando surgen" (es decir, cuando la creatividad y la calidad alcanzan el punto deseado por los creadores) para que luego los podamos consumir cuando queramos, obtendríamos una mejor calidad media en lo que vemos.

De hecho, este es el modelo que nos facilitan las nuevas tecnologías: una mayor selección de los contenidos por parte de los que los consumimos, y ausencia de obligaciones temporales por parte de quienes los crean. Frente a eso, la televisión nos ofrece contenidos creados con serias restricciones de tiempo y frecuencia que tenemos que consumir además en el momento que ellos consideren adecuado.

El motivo detrás de todo esto es, lógicamente, la publicidad. La calidad no es tan importante, lo que importa es que haya contenidos 24x7 que en realidad son una mera excusa para ser el soporte publicitario que son las televisiones. Aunque por otro lado nos encontramos con que esa publicidad es la que permite pagar los contenidos... (desde los sueldos hasta el atrezzo).

Con lo cual, los productores de contenidos se encuentran en esta especie de dilema, entre la espada y la pared. Por un lado, podrían generar mayor calidad en los contenidos si renunciasen a la esclavitud del soporte televisivo y apostasen por otros canales de distribución. Pero por otro lado, necesitan el dinero que (hoy por hoy) solo aporta esa industria para poder desarrollar con medios suficientes dicha creatividad...

¿Y vosotros qué preferís, contenido interesante pero sin medios o contenido menos interesante pero con medios?

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