Con el estreno de 'La peste', Movistar+ reafirma su compromiso con el contenido propio para hablarle de tú a tú a plataformas como HBO y Netflix, sin miedo a sentirse inferior. Esta vez lo hace doblando la apuesta que han ido fraguando con 'La zona', gran producción de rostros reconocidos y showrunners de prestigio, y 'Vergüenza', la serie de corte alternativo marcada a fuego por el posthumor de Juan Cavestany.
Esta vez no hay medias tintas: 'La peste' se vende como la serie más cara de la historia de nuestro país con un director a la altura de la hazaña. Alberto Rodríguez, el hombre de oro del thriller patrio, responsable de filmes como 'El hombre de las mil caras' o 'La isla mínima' tuvo que jugar con 10 millones de euros de presupuesto para apenas seis capítulos de 50 minutos.
Todo con el objetivo de que la ficción española esté, por fin, a la altura de sus espectadores… aunque las cifras que se barajan para ello queden lejos de producciones de holgado bolsillo en el terreno cinematográfico –baste recordar que películas infames como 'Manolete' costaron la friolera de 24 millones de euros-.
El caso es que la suerte está echada con este fresco del Siglo XVI rodado en más de 130 localizaciones y en el que han participado más de 400 profesionales, 2.000 figurantes y casi 200 actores. Un mastodonte escrito por Rafael Cobos, el hombre de confianza de Rodríguez, guionista de sus films desde '7 vírgenes' y sobre el que ahora recaen sospechas de plagio debido al parecido de la trama de ‘La peste’ con el argumento de la novela ‘La leyenda del ladrón’ de Juan Gómez-Jurado.
Movistar+ quiere batirse el cobre con las grandes plataformas de VOD para no quedarse atrás en un mercado que ya está presente en uno de cada cuatro hogares españoles, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Y quiere hacerlo con contenidos que sean atractivos para el público, pero que a su vez, den músculo al tejido creativo ‘made in spain’.
Un terreno de arenas movedizas
Que el consumo de cine y series bajo demanda es un mercado en auge es una obviedad, más si tenemos en cuenta que muchas de las plataformas que hoy dominan el tema llegaron con años de retraso a nuestro país. La educación en el consumo calaba mediante buenas ofertas que se enfrentaban a una demanda presumiblemente baja debido al arraigo del consumo pirata de nuestro país.
Sin embargo, hoy cuatro de cada diez españoles ven contenidos audiovisuales online al menos una vez a la semana y de ellos gran parte paga por hacerlo. Netflix acaba de duplicar el número de suscriptores que tenía en 2016 y ya supera el millón, mientras que HBO cuenta con más de 400.000 'afiliados al partido'. El mito del español pirata por naturaleza se ha caído e iba siendo hora.
La primera en reaccionar con contenido propio a la altura de la ficción televisiva de hoy ha sido la reina del mundillo. Movistar+ es, a día de hoy, la plataforma de pago con más usuarios de España: dos millones de subscriptores que le otorgan presencia en el 12,6% de los hogares españoles, muy por encima del 7,3% de Netflix, el 2,6% de HBO o el 1’1% de Amazon Prime Vídeo.
La cadena parte de una posición más que privilegiada y era de esperar que lo utilizara cuanto antes. No en vano resulta que también domina el mercado de las plataformas de televisión de pago tradicional, con 3,71 millones de abonados frente al millón de Vodafone y los 462.000 usuarios de Orange.
Es decir, que Movistar+ ha jugado bien sus cartas aunque fuese con lentitud dado que el producto que está ofreciendo llega a más hogares que los de sus competidoras y aspira a la calidad y variedad de estos. Netflix, por ejemplo, ha renovado 'Las chicas del cable', hasta una tercera temporada mientras que con la segunda repite la fórmula inicial. Visto lo visto, parece que seguirán en la misma línea pues en julio anunciaron el rodaje de 'Élite', serie del creador de 'Física o Química' que se estrenará en 2019.
La plataforma gusta de presumir de producción propia pero no invierte más de un 2% de sus beneficios en el mercado local y, además, maquilla su catálogo: tiene menos títulos suyos de las que dice tener. A diferencia de Netflix, Movistar sí parece haberse se ha tomado enserio a sus espectadores, pues las primeras obras que les ha planteado no son culebrones modernizados.
Y, como si todo estuviese más que pensado, ha dado en el clavo en su timing: mientras que Netflix no estrenará nada español este año, ellos no pararán. La principal adversidad será capear el temporal que seguro creará ‘Patria’, el primer contenido original de HBO España en su catálogo y adaptación del best-seller de Fernando Aramburu que recorre treinta años de la historia del País Vasco bajo el terrorismo de ETA.
2018, el año decisivo de Movistar+
El panorama es complejo y daría para tesis doctoral, pero los retos y problemas a los que se enfrenta la plataforma son, a todas luces, urgentes. El tiempo no perdona a nadie y en un futuro cercano Movistar+ no tendrá las licencias de series como 'Juego de Tronos' o 'House of Cards', que volverán a sus legítimos dueños.
Tendrá que buscarse nuevas series insignia con las que construir un catálogo con personalidad. Es decir, abandonar paulatinamente el hecho de ser un escaparate de juguetes de otros, para optar por un modelo adaptado que ofrezca algo suyo. Quedan abiertos, no obstante, varios frentes.
Por un lado Movistar+ necesita un lavado de cara en su imagen y en la estructuración de su catálogo. Resulta incomprensible que en un panorama tan interactivo como el actual, uno no sepa muy bien qué puede y qué no puede encontrar en su catálogo, Frankenstein hecho de más de 180 temporadas completas de series ajenas de todo tipo heredadas de cuando su plataforma se llamaba Yomvi. Por otro, aclarar su método de suscriptores con algún modelo mixto en sintonía con lo que ha ofrecido Sky, por ejemplo. Es decir, que para ver 'La peste' no tengas que contratar también el internet de casa, la televisión, el teléfono, la fibra y el móvil. No tengas que hipotecar tu vida.
Si consiguen modernizar su plataforma, queda lo más difícil: encontrar el equilibrio de géneros, públicos e intereses que se necesita para que un intangible como es cualquier producto cultural... funcione. Por ahora cuentan con un thriller postapocalíptico, con una comedia incómoda y con un drama de época. Pero pronto, a 'La Zona', 'Vergüenza' y La Peste se le sumarán diez títulos más, entre ellos ‘El confidente’ y 'Virtual Hero', la serie anime de El Rubius.
Aunque bien es cierto que estar interesado en series no es sinónimo de estar interesado en series españolas y este, posiblemente, sea el mayor hándicap de la plataforma: el espectador español. Se las tendrá que ver con él, y ofrecerle un abanico suficientemente variado de ficciones para poder competir con un mercado absolutamente voraz que estrena nuevos títulos casi a diario.
'La peste' y su acabado hollywoodiense parecen indicar que la veda está abierta y la principal presa de 2018 es la ficción española en las plataformas de video on demand. Que den comienzo los juegos del hambre.
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