Durante más de diez años fue el creador más respetado, prestigioso y valioso de la industria del cine. Inventor del cine de superhéroes moderno, romántico empedernido, fantasioso excéntrico y arriesgado como ningún otro, vio como un buen día su capacidad de conquista saltaba por la ventana. Pero Tim Burton siempre se ha negado a desaparecer.
Si bien es cierto que a raíz de su peculiar revisión de 'El planeta de los simios' perdió de golpe buena parte de su prestigio, no es menos cierto que siempre ha sabido jugar a favor de obra.
Con su polémica adaptación de 'Alicia en el país de las maravillas' recaudó más de mil millones de dólares, así que no es raro que gigantes como Disney o Netflix sigan confiando en su talento para toda clase de adaptaciones, secuelas, remakes y producciones destinadas al gran público.
Amigo de sus amigos
Dejando el cinismo para otra ocasión, el mismo que durante buena parte de nuestra conversión a espectador veterano y cinéfilo nos convenció de que el director era poco menos que un fracasado que una vez tuvo suerte, descubrimos con el paso de los años cómo Tm Burton se ha reconvertido en uno de los cineastas más interesantes a los que dedicar una retrospectiva.
El cineasta ha sido fiel en diversas relaciones artísticas con colaboradores habituales que abarcan nombres que van desde Vincent Price o Christopher Lee a Johnny Depp o Danny DeVito, además de la profunda huella de sus personajes femeninos, interpretados por divas como Christina Ricci, Lisa Marie o Eva Green.
Otro aspecto igual de importante en su cine es la iluminación, donde nos encontramos con fotógrafos de la talla de Ben Davis, Peter Sorg, Bruno Delbonnel, Dariusz Wolski, Philippe Rousselot o Stefan Czapsky, mientras que Danny Elfman es sinónimo de calidad y la otra marca registrada de la casa. Y ahora, vamos con la filmografía de Tim Burton (no entra la serie 'Miércoles') en personal y riguroso orden de peor a mejor. Es decir: según mi opinión. Que nos conocemos.
20. Big Fish
Lo siento, pero no cuela. Burton necesitaba volver con urgencia a los céspedes que mejor sabe tratar después del castañazo de prestigio que se llevó con su remake simiesco, así que nada mejor que una tonelada de glucosa adulterada y forzado sentimentalismo del malo para presentar un bochornoso espectáculo que, además, está torpemente realizado.
'Big fish' está a mil millas de encontrarse entre lo mejor del cineasta, pero llegó en un momento en el que, por lo visto, el espectador necesitaba catarsis. O tal vez fue la película por la que empezó la generación cinéfila actual, probablemente la última que le quede al mundo.
19. Alicia en el País de las Maravillas
Se dice que en los años ochenta el cine espectáculo se forjaba en despachos de moqueta y cocaína. No sé si será cierto o una leyenda urbana, pero 'Alicia en el país de las maravillas' bien podría haber salido de ahí.
La diferencia es que aquellos trabajos eran mucho más creativos y valientes. Esta versión condenadamente fea de un clásico mucho más limpito (aunque puede que incluso más perverso) no se sostiene por ninguna parte y de no ser por la que arranca el ranking sería la peor película de Tim Burton.
18. El planeta de los simios
Burton demostró que era humano. Que detrás de las gafas de sol, los rizos y la barba de cuatro días lo que quedaba no distaba demasiado del mono. Vamos, como tú y como yo. Y su visión de la novela de Pierre Boulle que ya había bordado Franklin J. Schaffner fue un fracaso creativo.
A pesar del encanto de unos efectos especiales que por momentos parecen de la época de la película original, del trabajo de Rick Baker o de Elfman haciendo lo que puede, lo único que funciona de la película es su muy acertado epílogo, una constatación de lo memorable que podía haber sido la película.
17. Sombras tenebrosas
A veces, Burton se enroca. Unas veces con razón y otras con algo menos, pero en cierto modo es agradecido que un autor se empeñe tanto en según qué cosas. En esta ocasión, llevar a la pantalla de cine de nuestra era una serie (y una película) de otra muy distinta, mucho más teatral y artesanal y también, tal vez, menos interesante.
Adaptar una serie de televisión de 1.250 episodios no debe ser nada fácil. Depp y Green se lo pasan en grande en su guerra de sexos paranormales y entre lo naif lo ridículo hay bastante salero y algún que otro buen gag recurrente. Tan irregular como entrañable, 'Sombras tenebrosas' no se merece el mal recuerdo del estúpido tú de hace casi diez años. Sería la última colaboración entre Burton y el productor Richard D. Zanuck.
16. La novia cadáver de Tim Burton
Es 2005 y Burton tiene mucho tiempo libre, así que decide invertirlo en trabajar con el veterano animador Mike Johnson en una película de animación stop motion que no resultó todo lo recordable que uno podía esperar.
Ramalazos de genio cuando llega el color y la verbena dejan paso a un ambiente de pesadumbre equivocado y atonal que no hacen despegar la función en ningún momento. Y los diseños de los personajes no terminan de resultar todo lo encantadores que requiere una propuesta así.
15. El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares
Aunque uno tenga la sensación de que Cíclope o Ana Frank puedan aparecer en cualquier momento, en cualquier habitación o armario, lo cierto es que la visión de Burton se pasea entre la discreción y el gusto por lo artesanal, entregando una interesante fábrica de pesadillas para los espectadores más jóvenes.
Inesperadamente adulta y terroríficamente cruda por momentos, 'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares' funciona mucho mejor de lo que te han querido hacer creer. Lástima que a niveles económicos la película se mueva entre la fina línea de negocio que separa los fiascos de lo rentable. Si vuelve, que sea con Burton.
14. Dumbo
Una reunión de viejos amigos es lo que hace falta para que la adaptación en imagen (más o menos) real de un clásico animado Disney tenga un poco del corazón necesario. DeVito, Keaton y Burton vuelven a encontrarse junto a la ya habitual Green y el siempre cumplidor Farrell.
'Dumbo' es, contra todo pronóstico, una inteligente versión del clásico que amplifica lo que entonces apenas duraba una hora. Hay ratones, fuego, elefantes rosas y trenes recorriendo el mundo. Un trabajo muy digno que no se limita a pasar el trámite.
13. Eduardo Manostijeras
Tras un trío de pelotazos a cada cual más increíble económicamente hablando, Burton decidió tomarse un respiro entre sus dos películas de Batman para volver la vista atrás y recuperar alguna de sus pasiones más reconocibles. Entre el gabinete expresionista y el monstruo de Frankenstein, Burton dejó un hueco para el corazón.
A pesar de su indudable capacidad para emocionar, la película avanza con la torpeza de las manos del protagonista. No sabe a dónde quiere llegar ni cómo, empachando a través de un juego de tonos donde al final todo resulta artificial. Supongo que en realidad, a pesar de los fondos y de Vincent Price, no es más que una película a la que le falta el mismo órgano vital que a su personaje principal.
12. Big eyes
Burton vuelve a juntarse con sus guionistas de 'Ed Wood', especialistas en biografías singulares, para recrear la historia real del Margaret Keane, uno de las más locos y psicológicamente abusivos casos de apropiación indebida y abuso del artisteo.
Excelente duelo actoral entre Adams y Waltz y a valorar muy seriamente ese milagro que consiste en que una película se vuelva más interesante a medida que avanza. A pesar de estar mucho más descompensada que la mayoría de los trabajos de todos los implicados que se mueven detrás de las cámaras, es una buena historia contada de manera discreta y con unos colores realmente hermosos.
11. Bitelchús Bitelchús
"Disney está prohibido", dice uno de los personajes con menos peso de la película en el, posiblemente, mejor momento de la misma. La segunda parte de 'Bitelchús' es un monumento a las mujeres que sostuvieron el recuerdo con el paso de las décadas. Tres y media, en concreto.
Ellas, con la increíble Catherine O'Hara al frente, reinan en una continuación ideal, divertida y tan libre que parece una secuela fracasada de 1989. Teniendo eso en cuenta, en esta era de secuelas legado, remakes bochornosos y grandes éxitos remasterizados para memorias cortoplacistas, 'Bitelchús Bitelchús' es un triunfo absoluto.
10. Charlie y la fábrica de chocolate
Una apropiación ideal de una novela maravillosa. El director vuelve a ser el autor. Concretamente el de los días de Pee-wee. Imaginativa, directa al grano y con unos números musicales desternillantes para lucimiento de Deep Roy, se permite el lujo de meter mano a unas licencias intocables después de haber hecho dudar al respetable sobre ciertos clichés.
Tras el funeral en vida (literal) que fue 'Big fish', la adaptación de la obra de Roald Dahl es justo lo contrario: ganas de vivir comiendo caramelos y deliciosos chocolates con leche.
9. La gran aventura de Pee-wee
Un ciclón que es imposible no ver como si fueran dibujos animados y que juega en nuestra contra al pensar en la libertad que tenían cineastas y espectadores. Los primeros, para rodar. Los segundos, para elegir entre tantas aventuras.
La adaptación cinematográfica de la serie que creó Paul Reubens cuando no pudo entrar en Saturday Night Live fue el campo de pruebas ideal para puesta de largo del único director con una capacidad imaginativa a la altura de las circunstancias. Por cierto, quien si entraría en SNL sería su guionista y co-creador Phil Hartman, del que podríamos hablar en otro momento.
8. Batman
Ahora que el personaje del Joker está en boca de todos y al frente de no se sabe cuántos proyectos de todo tipo, es alucinante comprobar que, en realidad, la película de 1989 dirigida por Tim Burton ya era ese anhelado origen del eterno enemigo de Batman. Batman, por cierto, también sale en la película.
El tiempo trata bien las imágenes, y quedan para el recuerdo momentos de una cercanía pasmosa (la cena en el comedor del servicio), la espectacularidad de la contención de Wayne siendo testigo de la pluma del Joker o ese aire a película de detectives llena de humo, gabardinas y cargadores de tambor. De todo, menos de superhéroes. De la música que no sea de Elfman mejor no hablamos.
7. Batman vuelve
Porque incluso el héroe más oscuro puede tener un lado tenebroso y numerosos problemas sociales y psicosexuales, Tim Burton y Sam Hamm, con Daniel Waters ocupando el lugar del tristemente fallecido Warren Skaaren en el guión, tiran por la vertiente más psicótica del vigilante de Gotham.
Mucho más asentada y espectacular que la primera entrega, 'Batman vuelve' es la prueba definitiva de que a la hora de hacer una película de Batman sin Batman, nadie es mejor que Tim Burton. Lo siento, nolanistas.
6. Frankenweenie
Burton consigue un pequeño clásico emocionante y conmovedor volviendo a las raíces de su carrera (el cortometraje 'Vincent') al que incorpora un inesperado desenlace, porque no va a ser todo monstruos de la Universal y la Hammer.
Tratada de manera despreciable por buena parte de los medios, 'Frankenweenie' es tan buena y tan hermosa que no se convirtió en un éxito de taquilla brutal, algo que normalmente está únicamente al alcance de la mediocridad más conformista.
5. Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet
Una de las obras capitales del musical (granguiñolesco) del maldito milenio. 'Sweeney Todd' es despiadada, infinitamente más humana que otros títulos del director que presumen de corazón y tiene unos personajes recreados a través de unas interpretaciones a la altura de su legado.
Una mezcla extraordinaria de decorados, cromas inteligentes y canciones excepcionales que sonaban en el plató, facilitando así la creación de un ambiente donde cada miembro del equipo conocía las letras y los momentos grandes. Cada movimiento de cámara, cada plano, viene entregado al servicio de cada letra de cada canción. Una tragedia, una alegría, una empanada de personalidad. Una obra maestra.
4. Mars Attacks!
Tim Burton en la cima creativa apuntando al cerebro del mainstream se encontró con una importante carga de rechazo crítico y escaso respaldo público. Sus 70 millones de dólares ni siquiera recaudaron la mitad en la taquilla nacional. ¿Pero sabéis qué? Que a veces eso significa un triunfo artístico.
Mars Attacks! es la película más desenfrenada, espectacular y, con permiso de 'Bitelchús', la más divertida y gamberra de su carrera. La música de Danny Elfman brilla como si fuera el Bernard Herrmann de 'Ultimátum a la tierra' y Burton se apoya en un reparto como nunca más volvería a reunir, absolutamente entregado, y en una estética que nos devolvía a la mejor ciencia ficción de los cincuenta. Una obra maestra con tan mala uva que podría estar dirigida por uno de los marcianos de la película.
3. Sleepy Hollow
La última gran película del cine de género creado desde el corazón de la industria. Ese año, 'El proyecto de la bruja de Blair' recaudó más dinero con un presupuesto prácticamente cero: sesenta mil dólares ante los desmesurados cien millones de dólares de la rutilante adaptación del relato corto de Washington Irving que se marcaron Kevin Yagher y Andrew Kevin Walker.
El cine de terror cambió para siempre, y nadie osaría (con contadas excepciones) invertir más dinero del estrictamente necesario en un género que se reinventó artística y financieramente. Una verdadera lástima, porque cada dólar invertido se aprecia en pantalla y la inversión (con producción de Coppola) dio como resultado la única película de horror de Burton y probablemente una de las mejores películas de género de la historia.
2. Bitelchús
No hay ni un solo segundo de 'Bitelchús', desde el cartelón del título hasta el último fundido a negro, que no resulte extremadamente atractivo. Tampoco hay ni una sola línea de Michael Keaton que no sea tronchante. El actor sigue siendo un gran cómico, pero el cine no le dio muchas oportunidades de ser un cabra como aquí mientras Jeffrey Jones nos recuerda que era el más gracioso contrapunto de la época.
'Bitelchús', el personaje, es un misterio. Un ente freelance con un pasado que no hemos conocido en más de treinta años (¿irá por ahí la posible secuela?) pasado de rosca, capaz de aterrar y hacer reír con la misma facilidad. Una película perfecta, con un equilibrio alucinante que, como el buen vino, mejora con el tiempo. Lo único que asusta de la película es lo buena que es.
1. Ed Wood
Hace un cuarto de siglo, Burton fue Welles. Aunque ahora muchos se pregunten si no habrá muerto, como los personajes que pululan esta obra de arte sobre la pasión cuando preguntan por Bela Lugosi. 'Ed Wood' es la película definitiva sobre la creación cinematográfica y la pasión de los simples mortales que dieron su vida, bautizados o no, por el séptimo arte.
El reparto es tan increíble, tan brillante, que uno no se da cuenta de que está viendo a Johnny Depp con pelazo actuar al lado de Martin Landau. Divertida, entrañable y juguetona, 'Ed Wood' vuelve a ser esa parada monstruosa que siempre fue el cine de su director. Una obra maestra irrepetible.
Ahora Burton, que ya cuenta con sesenta primaveras, tendrá que sentarse un rato a ver si su nueva producción Disney se embolsa los millones necesarios para sentirse lo suficientemente libre e intentar volver la mirada a ese ansiado 'Bitelchús 2' del que hace tiempo venimos leyendo cosas. No estaría nada mal, aunque tal vez no sería una buena idea levantar a los muertos de sus tumbas.
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