El continuo goteo de spin-offs de 'The Walking Dead', pese a la notoria decadencia que arrastra la serie desde hace tiempo, no hace sino refrendar el atractivo que los zombis siguen teniendo para el gran público, décadas después de su aparición, y tras haber sufrido abundantes reformulaciones. Su versatilidad y capacidad de adaptarse a los tiempos es el secreto de su increíble resistencia a modas, crisis y estilos.
Primero como hijos del vudú haitiano, luego como insondables trozos de carne que deambulaban lentamente por cementerios alimentándose de carne humana, más tarde reinventándose como feroces bestias caníbales que llevan al mundo al borde del caos con velocidad vírica, los zombis han ido encontrando nuevas formas de inquietarnos. La razón de esa implacable supervivencia es doble.
Primero, su condición de lienzo en blanco en el que plasmar los miedos coyunturales de la sociedad. Desde "El monstruo es el mal" a "No, espera, que nosotros somos el monstruo", pasando por "La culpa de todos estos monstruos es de la sociedad", los zombis se las han arreglado para reflejar como pocas criaturas del cine de terror los miedos que palpitan entre los espectadores, a veces de forma inconsciente. Han sido los protagonistas y el telón de fondo, y han figurado en películas de acción, comedias y horror metafísico indie. No hay género, estilo o temática que se resista al voluble muerto viviente.
La segunda razón de su eterna actualidad es que apelan a nuestro miedo más ancestral: la imposibilidad de descansar en paz. Los muertos que no se quedan muertos es la aberración existencial definitiva, y ha tomado muchas formas, desde la imposibilidad de llegar a Dios a vernos condenado a una vida de desesperación y hambre eternos, pasando por el clásico pánico a ser enterrado vivo. No hay nada más esencial y primario que un muerto viviente, y aunque los vampiros o la Criatura de Frankenstein también juegan con el concepto, el zombi es su encarnación esencial.
Así que para festejar el alcance universal de este monstruo incapaz de morir (literal y metafóricamente), hemos seleccionado unas cuantas películas apropiadas para una buena maratón de cine zombi. Hemos intentado que sea lo más variada posible por encima de cualquier otra consideración, así que sin duda echarás en falta más de un título clave. Lo que sí garantizamos es que todas estas piezas son altamente imprescindibles.
'La noche de los muertos vivientes' (1968)
La película que la empezó todo sigue siendo hoy asombrosamente actual. Por un lado, su estética tenebrosa y expresionista sigue tan inquietante como en los años sesenta. Por otro, su argumento, abstracto y esencial, que roba a partes iguales de 'Soy leyenda' de Richard Matheson y del mito del ghoul redivivo y caníbal, apela a nuestros miedos más primordiales y no ha envejecido ni un ápice. Una obra maestra absoluta y, junto a 'La matanza de Texas', una de las grandes definidoras del cine de terror moderno.
Si te ha gustado, busca: Como ahora hablaremos de las secuelas oficiales y el extraordinario remake de 1990, te recomendamos una auténtica rareza: 'Children shouldn't Play with Dead Things', que en España se tituló, para más inri y con todo el morro, 'La noche de los muertos vivientes 2'. Una película casi amateur dirigida por Bob Clark (posteriormente responsable de 'Porky's') y en el que un grupo de jóvenes judiquean con un cadáver, en una mezcla de la película de Romero y 'Este muerto está muy vivo' completamente delirante.
'Shock Waves' (1972)
Antes de convertirse en motivo de chufa pop, la idea de los zombis nazis era ciertamente aterradora y original, y entronca con esa idea magnética de los esbirros de Hitler como locos estudiosos de las artes ocultistas. En esta atmosférica y baratísima película previa a la explosión del 'Zombi' de Romero, Peter Cushing hace de oficial nazi que anda resucitando a un grupo de soldados nacionalsocialistas muertos en un submarino. Lo mejor, la atmósfera pesadillesca y el aspecto imponente de los zombis.
Si te ha gustado busca: El icono del zombi nazi se ha visto recientemente revitalizado con las dos películas de la saga 'Zombis nazis'. La segunda sobre todo, mucho más excesiva y gamberra que la primera, son estupendos splapsticks digitales a la cola de 'Piraña 3D' y que hace un estupendo trabajo a la hora de demostrar que las gabardinas, las esvásticas y los panzers del más allá siguen dando pie a estupendos villanos.
'No profanar el sueño de los muertos' (1974)
La cima de las producciones españolas del género es esta extraordinaria película de Jordi Grau, de ambientación británica y que fuera de nuestras fronteras está considerada una cima del género. Muy atenta a los muertos de Romero, narra un brote de infección zombi en Manchester (de ahí su título internacional, 'The Living Dead at Manchester Morgue') con atmósfera clásica y unas explosiones de gore absolutamente desnortadas.
Si te ha gustado, busca: A la hora de hablar de zombis españoles, el éxito internacional de Rec es el primero que viene a la cabeza, pero aquí lo dejaremos de lado debido a que son mas bien entes demoniacos (especialmente tras la soberbia y superior 'Rec 2'), lo que entronca la mitología creada por Jaume Balagueró y Paco Plaza con una de las películas que más ha influído en el cine "de infectados": Demons de Lamberto Bava.
Pero hay muertos vivientes españoles que destacar: La noche del terror ciego y sus secuelas, de Amando de Ossorio, plantearon una mitología zombi inspirada en los Templarios completamente hispana. Y la chifladísima La invasión de los zombis atómicos, una coproducción con Italia que inventó a los zombis que corren a toda velocidad (casi tres décadas antes de la moda de los infectados) y que incluso usan armas de fuego.
'Muertos y enterrados' (1981)
Una absoluta maravilla, inclasificable y única y con una atmósfera espectacularmente siniestra, en una actualización oscurísima del gótico americano. Aquí un policía de un pequeño pueblo costero debe enfrentarse a una serie de cadáveres que se levantan después de haber sido víctimas de hordas de pacíficos residentes. La historia tiene un giro final que también da pie a una reformulación muy interesante de los muertos vivientes, justo en una época en la que estos se habían convertido en los nuevos villanos oficiales del cine de género tras el éxito de 'Zombi' de Romero.
Si te ha gustado busca: No vamos a entrar en spoilers, pero 'Muertos y enterrados' conforma un perfecto programa doble, con un argumento igualmente original, pero mucho menos grave: 'Estamos muertos... ¿o qué?', una buddy movie en la que uno de los protagonistas es un zombi que debe solucionar su propio asesinato antes de pudrirse del todo.
'El más allá' (1981)
Las películas de horror metafísico de Lucio Fulci son cada vez más modernas, y no han perdido con los años ni pizca de la agresividad que las caracterizó en su día. Aunque todas son muy notables, unas por su atmósfera, otras por su reinvención de los códigos góticos, la más inclasificable y pesadillesca sigue siendo 'El más allá'. Un auténtico delirio (en el sentido literal) donde los zombis, los más lentos y estáticos de la historia, son una especie de entes demoníacos. La niña zombi o la inenarrable conclusión son autentico oro en la mitología del género.
Si te ha gustado, busca: 'Miedo en la ciudad de los muertos vivientes' y 'Aquella casa al lado del cementerio' completan la trilogía de horror zombi abstracto y descarnado, imprescindible para entender el icono en los ochenta. Conviene redondear con 'Nueva York bajo el terror de los zombies', la falsa secuela de la 'Zombi' de Romero que también tiene una conclusión abrumadora y uno de los grandes hitos desnortados del género: la secuencia de tiburón vs. zombi.
'Zombi' (1978)
La obra maestra total del cine zombi en los setenta tuvo un impacto sobre el género que no ha sido igualado. No hay más que ver el cine de terror europeo de la época, cada vez más violento, para calibrarlo. El genio de Romero estuvo en la intuitiva mezcla de terror clásico -heredando la formula de la gente encerrada y asediada que tan buen resultado le dio en ‘La noche…’-, accion de alto voltaje -con el apoyo de los revolucionarios efectos de Tom Savini- y una gran carga de crítica social, a veces metafórica y a veces directamente verbalizada en fascinantes diálogos de alta densidad.
Si te ha gustado, busca: Revisa, sin dudarlo, 'El dia de los muertos', la pelicula que estableció definitivamente el topico de militares contra cientificos en el cosmos zombi. El resto de las películas de muertos vivientes de Romero son inferiores, pero nada desdeñables, como la zumbona y corrosiva 'La tierra de los muertos vivientes'.
'La noche del cometa' (1984)
Absolutamente deliciosa y muy extraña comedia zombi que, sin duda, se adelantó a películas actuales en las que el monstruo es motivo de chufla adolescente. La plaga se desencadena al pasar un cometa sobre la tierra que convierte en polvo a quienes lo ven y convierte en zombi al resto. Acción de serie B, estética más ochentera que 'Flashdance' y memorable pareja protagonista: Catherine Mary Stewart y Kelli Maroney.
Si te ha gustado, busca: El espíritu de 'La noche del cometa' está bien reflejado en multitud de películas de horror teen de la época, desde 'El terror llama a su puerta' a 'El terror no tiene forma', pasando por 'The Stuff'. Su ciudad desierta y post-apocalíptica recuerda también al arranque de 'El día de los muertos', solo un año anterior.
'Re-Animator' (1985)
Un auténtico milagro, aún hoy asombroso por su equilibrio pese a la gran cantidad de nombres propios que hay: Richard Band y Brian Yuzna a la producción y Stuart Gordon a la dirección. Juntos, adaptando un cuento del inadaptable HP Lovecraft, medio satírico, y cargando las tintas en dos aspectos que repugnarían al escritor: el sexo y la violencia. Y sin embargo… funciona. La historia de Herbert West, científico que resucita a los muertos, convertidos en enloquecidos ghouls sin raciocinio, cuaja gracias a su atrevimiento (¡el cunnilingus decapitado!), su violencia, su humor y su afortunadísimo reparto, encabezado por Jeffrey Combs.
Si te ha gustado, busca: 'Re-Sonator' es extraordinaria, pero inferior a la explosiva alquimia de 'Re-Animator'. Pero es que, literalmente, nada es como 'Re-Animator'. Tendrás que hurgar en los abismos de la serie B videoclubera, siendo consciente de que Dr. West solo hay uno. Un buen arranque puede ser 'The Video Dead'.
'El regreso de los muertos vivientes' (1985)
La gran obra maestra de la comedia zombi de los ochenta lleva el sello del gran Dan O’Bannon, coguionista de 'Alien' o 'Desafío total'. Planteada como seudosecuela oficial, propone que la película original de Romero no era ficción, sino un documental. Enriqueció el universo zombi con dos iconos incomparables: la punkette stripper en cementerios Trash, interpretada por Linnea Quigley; y Tarman, un desternillante zombi medio derretido que popularizó el grito de “Cerebrossss”
Si te ha gustado, busca: Las secuelas de la película de Dan O’Bannon han seguido prolongando el universo nuevaolero y punk de la original y las dos primeras tienen gran interés. La divertida noche de los zombies tiene un injusto 0% en Rotten Tomatoes y es una versión a lo 'Aterriza como puedas' de la algo mas sutil primera entrega. La segunda, 'Mortal Zombie', es una maravillita de Brian Yuzna, pura Nueva Carne a través de su Mindy Clarke como zombi llena de piercings y que plantea la idea de que la voracidad de los muertos mitiga un dolor horrible.
'El terror llama a su puerta' (1986)
No es estrictamente una película de zombis, porque tiene elementos de sanguijuelas del espacio exterior y asesinos con hacha, pero el resultado del mejunje es una de las cimas del horror teen de los ochenta, que además incluye una secuencia zombi icónica: el acoso de un montón de jóvenes resucitados a la residencia donde están sus parejas para el baile de fin de curso. ¿La guinda? La ya mítica frase del gran Tom Atkins "Chicas, tengo dos noticias: La buena es que los chicos están aquí, la mala es que están muertos".
Si te ha gustado busca: El resto de las películas dirigidas y/o escritas por Fred Dekker son gloria netamente eighties, de 'Una pandilla alucinante' a 'House'. Esta es, sin embargo, la más excesiva, adulta y compacta.
'La serpiente y el arco iris' (1988)
Una relativamente inusual película para Wes Craven -salvo por ese final, en consonancia con su desastroso catálogo de cierres de películas-, que ahondó en los orígenes haitianos del mito zombi. Con un levísimo toque social, lo mejor del film son, sin duda, las secuencias de terror puro, con el protagonista, un antropólogo indagando en los misterios del vudú y las drogas que lo propician, siendo enterrado vivo.
Si te ha gustado, busca: acude a los clasicos del horror vudú, la atmosferica 'Yo anduve con un zombie' de Jacques Tourneur en cabeza. 'La legión de los hombres sin alma' es inferior, pero histórica por su condición de ser la primera película de la historia con zombis a bordo. Y 'La plaga de los zombies', de la Hammer, es una delicia: abunda en la idea del zombi como mano de obra barata y tiene una de las mejores secuencias de muertos saliendo de sus tumbas en un cementerio de todos los tiempos.
'Braindead' (1992)
La comedia zombi por excelencia es también una de las películas más sangrientas de todos los tiempos, y una mucho más sofisticada de lo que aparenta. El motivo es que comprende a la perfección los orígenes del cine gore y con una naturalidad nada pretenciosa vincula vísceras y trompazos. El resultado es merecidamente mítico, encadenando un tour de force visual tras otro, y supone el canto de cisne de un Peter Jackson artesanal y genuinamente divertido que ya casi no volveríamos a ver.
Si te ha gustado, busca: Hemos dejado fuera de esta lista a las películas de la serie 'Evil Dead' por no entrar exactamente en el canon zombi. Pero su segunda entrega, 'Terroríficamente Muertos', es el precedente más claro de 'Braindead' y, zombie o no, el otro gran referente del cine splatstick, o comedia mezclada con gore.
'Mi novia es un zombie' (1994)
Michele Soavi rubricó con esta 'Dellamorte Dellamore' de hórrido título español una de las piezas esenciales del cine zombi de los noventa. Onírica y enfermizamente romántica, no renuncia al humor ni al gore, en clave de caricatura lírica netamente italiana y con la historia desnortada de una plaga de muertos en vida a la que debe enfrentarse el guarda del cementerio de un pueblecillo italiano.
Si te ha gustado, busca: El resto del cine zombi italiano se mueve por coordenadas más extremas, pero si te gusta Soavi no dejes de chequear sus otras películas, 'La secta' y 'El engendro del diablo' en cabeza. 'Dellamorte Dellamore' es una versión apócrifa (el guión se basa en una novela de su creador, Tiziano Sclavi) del mítico personaje de comic italiano Dylan Dog, pero huye de su adaptación oficial, 'Dylan Dog: Los muertos de la noche'.
'28 días después' (2002)
La responsable de revitalizar el concepto de zombi junto con 'El amanecer de los muertos' de Zack Snyder, a través de los siempre polémicos "infectados". Es decir, criaturas más vivas que muertas, poseídas por una furia incontrolable y que han perdido la característica lentitud de los muertos de Romero, pero siguen partiendo de la misma raíz: el feroz ghoul que devora carne humana. Los primeros compases de la película permanecen absolutamente icónicos y la película revitalizó al zombi como una criatura temible y misteriosa.
Si te ha gustado, busca: Por supuesto, la secuela '28 semanas después', de Juan Carlos Fresnadillo. Sin ser tan icónica como la primera entrega de Danny Boyle, y pese a ciertos problemas de guión, tiene una de las secuencias más desgarradoras del cine zombi moderno, en la que el protagonista deja atrás a su mujer condenada mientras corre a toda velocidad, campo a través, huyendo de un ejército de zombis.
'Resident Evil' (2002)
Antes de la llegada de los infectados, 'Resident Evil' fue el gran icono del zombi mainstream, aún dependiente de la estética y los ritmos romerianos. Nada extraño teniendo en cuenta que el videojuego que inspiró la película tiene mucho de 'La noche de los muertos vivientes' y se pensó en una adaptación dirigida por el propio Romero. Al final la franquicia ha acabado encontrando una personalísima identidad, bastante inclasificable y donde los zombis son solo el telón de fondo.
Si te ha gustado busca: 'Resident Evil', dentro del cine de zombis, solo se parece a sí misma (pese a imitadores claros como la muy chorra y muy divertida 'House of the Dead' -basada en otro videojuego- o la saga 'Underworld', con vampiros en vez de zombis), así que disfruta de las secuelas. No son exactamente cine de zombis, pero conforman una de las combinaciones de acción y horror más peculiares del momento.
'El amanecer de los muertos' (2004)
El remake del clásico de Romero funciona en sus propios términos, y la estirpe a la que realmente pertenece es la de un punto medio entre los infectados de '28 días después' y los muertos vivientes originales. El comentario social es aquí sustituido por un cáustico humor marca de la casa muy propio del guionista, James Gunn (¡ese bebé!), mientras que el director, un debutante Zack Snyder, se encarga de inyectar un febril ritmo a una aventura con unos compases iniciales impresionantes.
Si te ha gustado, busca: El resto de los remakes de la obra de Romero no es muy interesante, salvo una excepción: 'La noche de los muertos vivientes' de Tom Savini de 1990, una absoluta joya de splatterpunk que respeta y venera el original, actualiza sus efectos, estética y personajes (especialmente notoria es su nueva Barbara) y reformula el mito con un final aún más amargo que el original.
'Zombies Party' (2004)
Si 'Braindead' fue la película que ligó el lenguaje visual del gore y el cine zombi con la comedia, 'Shaun of the Dead' fue la que lo hizo temáticamente. Y con una brillantez total que la hace funcionar también como cine de zombis puro, hasta tal punto entiende los resortes del género: todo el cine de muertos vivientes se entremezcla con las convenciones del cine romántico gracias a unos personajes adorables, interpretados por Simon Pegg y Nick Frost. Y como guinda, 'Shaun…' es una pelicula cien por cien de su autor, Edgar Wright, que llevaria a cabo la misma maniobra en la aún mejor 'Arma fatal'.
Si te ha gustado, busca: La transformación del zombi en un icono mainstream en la última década se asienta en tres bases: el éxito de 'The Walking Dead', el impacto menor pero muy influyente de 'Shaun of the Dead' y la aceptación masiva de 'Zombieland', lo mas parecido a un acercamiento al tema para todos los públicos. Pese a no ser excesivamente original y pecar de algo de autocomplacencia, los guiños paródicos y los apabullantes títulos de crédito salvan la función.
'Tren a Busan' ('Train to Busan', 2016)
En lo que respecta al cine, en Corea del Sur lo hacen —casi— todo bien, y esto incluye a un subgénero zombi que en 2016 recibió uno de sus mayores logros de la última década bajo la dirección de Yeon Sang-ho —máximo responsable de la recomendable 'The Fake'— y el claro y cristalino título de 'Tren a Busan'. Una auténtica joya que deslumbra tanto en forma como en fondo y que equilibra corazón y espectáculo a las mil maravillas.
Sus ajustadas dos horas de duración ofrecen una dosis implacable de entretenimiento puro y de primera categoría, combinando un surtido de personajes tratados con un gran mimo y que cargan todo el peso de la producción sobre sus hombros con unas set-pieces arrolladoras que no se ven limitadas por el cariz semiembotellado de la narrativa. Violencia, humor, terror y sus toquecitos de drama se dan la mano en el que, probablemente, sea el último gran blockbuster zombi que ha pasado por nuestros cines.
Hasta aquí llega nuestra selección. Es vuestro turno: ¿estáis de acuerdo con el listado, cuáles son las mejores películas de zombies jamás hechas?
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