El éxito de las dos películas de 'IT' ha convertido la novela de Stephen King en un fenómeno mundial con pocos precedentes en la historia del cine de terror. Sobrepasando ya los 1.000 millones en taquilla, la dupla no es una mala adaptación de la novela, pero deja claro que quiere también ser la expresión fílmica de Andy Muschietti, un aficionado al cine de terror que se ha formado en los años 80.
Por ello, además de muchos guiños y cameos, las dos películas son también un catálogo referencial del cine de terror moderno y de las obsesiones de su director, afortunadamente, un esteta con interés en la creación de escenas que, si bien son excesivamente ruidosas, tienen una entidad de diseño, tanto en monstruos como en escenografía, que consigue que ‘It Capítulo 2’ tenga un gran valor de revisionado. Si estás de acuerdo, quizá encuentres estas 15 películas familiares y satisfactorias tras acabar con la segunda parte. SPOILERS en el texto.
Girl Asleep (2015)
En el corazón de ‘IT’ hay un relato de paso a la edad adulta a través de la fantasía, aunque esta sea macabra y terrorífica. En esta pequeña obra indie, su protagonista, Greta, siente que el mundo se acaba porque pronto cumplirá quince años. La idea de dejar atrás su infancia la aterroriza por completo. Pero durante su fiesta de cumpleaños, Greta se desliza hacia un mundo paralelo, un lugar extraño y desalentador que representa ese nuevo estado lleno de peligros que es ser adulto. Un film que captura el miedo de los niños a crecer también usando la metáfora del cine de género.
La casa del payaso (Clownhouse, 1989)
Hay docenas y docenas de películas de payasos asesinos, mimos siniestros y polichinelas malignos. ‘Clownhouse’ no tiene nada especial respecto al grueso salvo un detalle significativo, se hizo un año antes que la famosa miniserie de ‘IT’ que convirtió a Pennywise en un icono del terror, en 1989, justo el año en el que viven los perdedores aún niños. Una especie de versión sin demasiada violencia de ‘Halloween’ (1978) bastante atmosférica y efectiva en su concepción de home invasion con presos escapados disfrazados de payaso.
La película funciona porque los invasores son silenciosos, extraños, casi inhumanos. El líder tiene una calva con pelo naranja que hace que sea parecido al Pennywise de las nuevas películas, sumado a un dibujo en el maquillaje estilizado de forma parecida en la frente, en vez de en la boca. ‘Clownhouse’ es tristemente famosa porque en su rodaje Victor Salva abusó del niño protagonista, siendo condenado por ello. Algo que conecta con la metáfora de la pedofilia implícita en los crímenes del payaso de ‘IT’ y le da un carácter aún más turbio y prohibido a la obra.
El retorno del rey (Lord of the Rings. The Return of the King, 2003)
Se ha hablado mucho de que ‘IT Capítulo 2’ es un evento cinematográfico al estilo Marvel aplicado al terror, y otras voces también la han comparado a ‘El Señor de los anillos’ (Lord of the Rings’ (2001-2003) del género, y dada la extensión de la novela de Stephen King, no es descabellada la comparación. El viaje épico de unos personajes a través de varias horas en el cine lo confirman, pero es que, además, la tercera parte de la trilogía de Peter Jackson guarda no pocas similitudes.
El camino al final pasa por la guarida de la araña, que si bien no mata a Frodo, sí le clava el aguijón en la misma zona que a Eddie. Además, el escenario de esa escena, Minas Morgul, posee un tamiz luminoso mortecino y verdoso como el de la guarida de Pennywise, pero lo que las une es que cuando se logra acabar con el mal, se concatenan un par de finales emotivos para ir cerrando el viaje de los distintos personajes, acabando ambas con uno de ellos escribiendo la historia por la que han pasado.
Los mundos de Coraline (Coraline, 2009)
Diez años después, este hito de la animación con stop motion, sigue resultando una de las visiones más espeluznantes de un relato de iniciación fantástico dedicado al público juvenil— otro buen ejemplo es la polaca ‘Za niebieskimi drzwiami’ (2016)— y en su final, la protagonista también se dirige por túneles al mundo fantástico en dónde se esconde su némesis, “la otra madre”, que toma forma de araña con la cabeza que hemos visto en el personaje. Además, su autor, Neil Gailman, ha adaptado recientemente el cuento en el que se basó King para ‘IT’ en su cómic ‘Troll Bridge’ (2018).
The Evil Within (2017)
En esta maravilla maldita, un film hecho durante 15 años, hay escenas de terror onírico propias de Pennywise, pero que solo atañen a un chico disminuido que empieza a ser poseído por un ser diabólico que controla su voluntad. Escenas como una sala de espejos con el demonio suelto, el manejo de humanos como marionetas (como ese Georgie muerto de la primera parte), o las distintas encarnaciones de híbridos humanos, con lógica de pesadilla y creaciones bizarras conectan el imaginario de las dos obras, pese a que una sea totalmente marginal y la otra la más taquillera de la historia.
Pesadilla Elm street 5 (A Nightmare on Elm Street 5: The Dream Child, 1989)
Si la quinta entrega de la saga de Freddy Krueger es anunciada en la marquesina del cine de Derry hay una buena razón. No solo también está detrás “la casa que Freddy construyó”, New Line, sino que el propio libro de King estaba indiscutiblemente basado en el éxito de la película de Wes Craven. Por ello, Muschietti, que se ha criado con esas películas no duda en plantear las escenas de terror como una actualización de las de aquellas películas. En la 5 la pesadilla de la ducha es como el baño de sangre de Beverly y Freddy lleva a una víctima de marioneta, como Pennywise.
Miedos 3D (The Hole 3D, 2009)
La última buena película de Joe Dante se adelantó a la moda de niños contra monstruos un par de años antes que ‘Super 8’ (2011), o lo que es lo mismo, volvió a hacer lo que él mismo ayudó a construir de la manera que mejor sabe hacer, con el eco de plantear un agujero en dónde los miedos de los niños se hacen realidad, tal y cómo funciona Pennywise. ‘Miedos 3D’ también tenía payasos diabólicos de porcelana, Bullying en el cuarto de baño de las chicas, padres abusivos y un final de confrontación a los miedos que tiende a la fantasía dentro de un escenario salido de un cuadro surrealista.
Bitelchús (Beetlejuice, 1988)
La película que aparece en el póster de la habitación de Bill en la primera película define muy bien la afinidad por la fantasía de la dupla ‘IT’ y la devoción de Andy Muschietti por Tim Burton. Esto se deja notar mucho más, si cabe en la segunda parte, en dónde Pennywise utiliza sus poderes metamorfos para transformarse en todo tipo de criaturas extrañas y bromas grotescas que desafían las leyes de la física y la imaginación. Por ejemplo, en cachorro que se transforma en sabueso del infierno. Después de todo, ¿Qué era Bitelchús, sino un arlequín cambiaforma en busca de asustar?
Viaje alucinante al fondo de la mente (Altered States, 1980)
Una de las joyas del cine de terror de los 80 menos recordadas, un Ken Russell con la propuesta de hacer un filme comercial americano sin renunciar a sus visiones lisérgicas. Toda la trama de Mike como un obsesionado de encontrar el origen de Pennywise, de reuniones con indios, viajes alucinógenos y la apertura de la mente hacia el pasado son conceptos que aparecían en esta joya que, además también indagaba en ciertos aspectos de la obra de Lovecraft, la principal influencia cósmica de la novela de King.
La historia interminable (Die unendliche Geschichte, 1984)
Que los chicos de ‘Stranger Things 3’ (2019) canten la canción principal de esta adaptación de la novela de Michael Ende tiene algo de irónico, puesto que la serie de los Duffer nace de un proyecto frustrado de adaptar el libro de Stephen King. La película de Muschietti se nutre mucho de la fantasía de los años 80, especialmente del ‘Dentro del laberinto’ (Labyrinth, 1986) de Jim Henson, sus secuestros de bebés—una de las escenas eliminadas de ‘IT’ tenía el robo de una criaturita por Pennywise—, manos infernales y puertas con acertijos indescifrables.
Sin embargo parece que no se tiene en cuenta que el poder que rige las reglas del mundo de fantasía es la imaginación, y el poder infantil de creer en lo imposible para que se haga realidad. Todo el libro, y la película, tratan sobre el avance de La Nada sobre el mundo de la fantasía, que no es sino la madurez como veneno de la creatividad y el poder de la mente infantil. Lo que les ocurre a los perdedores al crecer y perder la capacidad de vencer al mal con solo la fuerza del creer, básicamente disparar con las manos como niños que juegan a indios y vaqueros.
Un hombre lobo americano en Londres (An american Werewolf in London, 1981)
Aunque Muschietti es devoto de ‘Aullidos’ (The Howling, 1981) de Joe Dante —la primera tenía un amago de transformación de Pennywise en hombre lobo basada en el aspecto del maquillaje de sus licántropos— la mezcla de humor, drama y terror de la película de Landis rima bien con su ‘It Capítulo 2’, además de reflejar muy bien de dónde pudo sacar la idea Stephen King del amigo/aparición zombie que incita a matar (a sí mismo en la de Landis) y que sirve también de contrapunto de comedia macabra con efectos de maquillaje alucinantes.
Hiruko the goblin (Yôkai hantâ: Hiruko, 1991)
Sí, el momento de la cabeza de Stan en la casa Neilbolt es un guiño directo a ‘La Cosa’ (The Thing, 1982), pero en aquella, el engendro insectoide salía corriendo y poco más. Las cabezas-araña de esta extraña película japonesa son auténticos primos cercanos de la criatura de ‘IT Capítulo 2’ por morfología y su forma de atacar y trepar. Imagina una película en la que estos simpáticos seres infernales son los principales enemigos, una locura de culto que debe ser reivindicada.
Arrástrame al infierno (Drag me to Hell, 2009)
Diez años de este pequeño divertimento fuera de cualquier tendencia de su momento y no paramos de echar de menos a Sam Raimi, de quien Andy Muschietti parece adorar sus chorros de sangre, su humor físico y sus criaturas cuallilargas y sin leyes biológicas conocidas de la saga ‘Evil Dead’. Sin embargo, el humor chabacano, las babas y vómitos de líquido negro conectan con esta, más reciente, que tiene vieja bruja donde también se mira Mrs Kersh en una escena, por cierto, que tiene una resemblanza asombrosa con el piloto de la serie ‘Marianne’ (2019).
Uzumaki (2000)
El universo metamórfico y espeluznante de Junji Ito ha estado presente en la mayoría de los momentos de transformación de Pennywise y, preguntado por ello, Muschietti asegura que no tiene mucha idea de su trabajo. Sea convergencia o deliberado, el parecido con el mundo elástico y extraño de la carne del arte del mangaka se refleja en decenas de momentos. En ‘It Capítulo 2’ tenemos ese cadáver plegado de forma antinatural en la nevera y la deformidad voraz del payaso en muchas ocasiones.
Esta adaptación es una forma estupenda de ver de dónde vienen algunos delirios surrealistas de la adaptación de King, desde Pennywise doblándose sobre sí mismo a las vueltas de ojos en blanco con cambios de expresión que llevan directamente a momentos como el del hombre con los ojos en órbita, o el chico que se convierte en una caja sorpresa con muelle.
Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (Paura nella città dei morti viventi, 1980)
Lucio Fulci insertaba referencias lovecraftianas en sus films de zombies, lo que hacía que muchas, como esta, se percibieran como algo que va más allá en su descripción del mal. Como ‘It Capítulo 2’, va de todo un pueblo embrujado y una serie de adultos que tienen visiones y apariciones de muertos y un cura fantasma en batiburrillo y sin mucha lógica narrativa, planteada como una suma de horrores. Lo gracioso es que ambas tienen un ominoso final subterráneo en una guarida del mal lleno de cadáveres y un final que tiene más de fe que de lucha puramente física.
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