El estreno de 'Cazafantasmas: más allá' (ghostbusters: Afterlife, 2021) está siendo un éxito de público, acumulando buenos números en su taquilla americana, algo que no hacía preveer su tímida acogida crítica. Sin embargo, la secuela está gustando al público y su estrategia de llegar a más generaciones parece que funciona. ¿Dónde queda la secuela de Jason Reitman respecto a las demás películas y series de la saga? repasamos todo lo que ha dado de sí la franquicia y lo colocamos en orden de prioridad si quieres repasarla.
Cazafantasmas 2 (Ghostbusters 2, 1989)
Las trampas de la memoria suelen jugar malas pasadas, y, mientras la primera película se mantiene fresca, divertida y ocurrente, su secuela algo más tardía de la cuenta muestra al mismo equipo algo perdido. Pocas bromas funcionan, los conflictos van a medio gas y la repetición del esquema de la anterior, con una reunión con el alcalde casi copiada frase a frase resulta tristona. Y es una pena porque el espectáculo de fantasmas es tremendo, con algunas fugas al terror ultrasiniestras (las cabezas, Viggo) que no parece corresponderle a una comedia de actores de SNL.
Cleanin' Up the Town: Remembering Ghostbusters (2019)
El largometraje documental definitivo sobre la realización de 'Los cazafantasmas' original, más de dos horas narrando como batió récords y cambió la industria cinematográfica en los 80 con un análisis de su legado. Tiene entrevistas con Dan Aykroyd, Harold Ramis, Ernie Hudson y material de archivo nunca visto antes por lo que es la perfecta compañera a la original, pero siendo una obra de no ficción es algo más prescindible que otras secuelas, aunque las anécdotas de mano de este reparto y las piezas sobre efectos especiales son un festín.
Cazafantasmas (Ghostbusters, 2016)
Injustamente maltratada en su momento, esta nueva versión de la idea original toma la opción lógica de trasladar el humor y las cómicas más célebres del Saturday Night Live del momento y llevarlo al cine, la misma operación que hizo la original en su día. Las actrices son fantásticas y el humor muy absurdo, pero a pesar de ello funciona muy bien en su parte de aventura de terror para todos los públicos, con un montón de gadgets e inventos nuevos que la convierten más en una colorida versión de acción real de los dibujos animados que en un remake. No siempre funciona, pero su versión extendida hace que todo encaje mejor.
Cazafantasmas: Imperio Helado (Ghostbusters: Frozen Empire, 2024)
Cualquiera que haya visto las series animadas de los Cazafantasmas encontrará en 'Imperio Helado' un buen capítulo extendido a la altura, pero no es la gran aventura de terror y comedia que puede esperarse de una gran producción. Sin embargo, lejos de ser lo peor visto en la saga, es otra entrega simpática que cumple aunque no remate. Su guion no deja cabos sueltos y cuece con cuidado y muchos personajes un clímax que luego parece apresurado. Lo enigmático es que se deja escenas del tráiler por el camino, como el momento con los chubasqueros rojos. Huele a sala de montaje atareada, pero siempre en el equipo de Paul Rudd.
El retorno de los cazafantasmas (Extreme Ghostbusters, 1997)
La continuación de la increíble serie animada original fue una buena adecuación del concepto para los chavales de los 90. Con un punto de partida que parece la plantilla sobre la que se construyen las nuevas 'Star Wars' e incluso la secuela 'Cazafantasmas: más allá' tenemos a un nuevo grupo de jóvenes que toma el papel de los Cazafantasmas para librar al mundo de un resurgimiento paranormal, guiados por el veterano Egon Spengler, por supuesto. En una serie que se toma n serio sus monstruos y llega a ser bastante terrorífica para un dibujo animado (¡un episodio se basaba en 'Hellraiser'!), aunque perdía algo de fuelle en sus últimos episodios.
Cazafantasmas: más allá (Ghostbusters: Afterlife, 2021)
Una vibrante aventura de terror y comedia socarrona con sabor a Joe Dante, Fred Dekker o Joel Schumacher que convierte la tecnología de vanguardia del pasado en el equivalente steampunk para la era 'Stranger Things'. Mucho más centrada en sus cacharritos que en sus fantasmas. En su mayor parte trata sobre chavales descubriendo y restaurando trastos, hay una fascinación genuina por la interacción con el pasado que crea una barrera para la fantasía, no es un traje de nanotecnología todopoderoso, ni rayos en las manos, sino que supone verdadera dificultad, peligro, errores.
Las cosas salen mal, y cuando salen bien son ñapas, carambolas. No hay explosiones salvadoras en postproducción y sí, mucha de esa mirada al catálogo de dispositivos se escuda en la nostalgia, pero si es esa nostalgia la responsable de que "la magia" cueste, tenga consecuencias, y ofrezca fricción al espectáculo de FX, bienvenida sea sobre la mayor parte de fantástico mainstream actual. Cuestionable o no, es un gran homenaje a una pieza clave de la leyenda de 'Cazafantasmas', amigo personal del equipo y coguionista de la película original
Los auténticos Cazafantasmas (The Real Ghostbusters, 1986-1991)
La serie animada oficial derivada de la película fue para muchos tan importante como esta. Tuvieron que ponerle el "real" antes del título porque ya existía una previa con el nombre de la película que no tenía que ver con ella. Rompiendo los esquemas de las típicas series de dibujos animados para niños de la época, el equipo de cazafantasmas se enfrentaban a un monstruo de la semana al más puro estilo 'Expediente X'.
A menudo tomando su base en otras películas, en el plantel de enemigos de estos Cazafantasmas se encontraban hombres del saco dignos de luchar con el Babadook, cosas en el ático, demonios de todo tipo y hasta el mismísimo Cthulhu y sus seguidores. La animación era fantástica y no se cortaban con el tono de terror, convirtiéndose en el elemento de la cultura pop más valioso salido a partir del film de Reitman.
Los Cazafantasmas (Ghostbusters, 1984)
Torpemente confundida por el revisionismo cazanostalgia con una obra únicamente coyuntural, la obra maestra de Ivan Reitman no solo logró capturar perfectamente el espíritu libertario de la era Reagan o la sensibilidad de la comedia americana en explosión de la televisión de ese momento, sino que marcó un hito en la representación mainstream del mundo de terror y fantástico de serie B de los 80 que arrasaba en Fangoria y Starlog.
Con una revolucionaria integración de efectos visuales de Richard Edlund, con diseños previos de Bernie Wrightson, y alucinante stop motion de Randy Cook, el apartado de monstruos y fantasmas sigue funcionando a día de hoy, y hay escenas como la posesión de Dana y la visión cósmica de la nevera que ponen aún los pelos de punta. El culto actual a a película va más allá de la nostalgia y se a integrado en la cultura pop, no por casualidad fue número uno en su reestreno en el verano de 2020.
Ver 39 comentarios