Muchos de los que nos dedicamos al medio audiovisual —yo el primero— solemos arquear una ceja cuando aparece el típico realizador consagrado, acostumbrado a trabajar con presupuestos generosos y equipo de alto nivel, para soltar la típica perla en la que afirma que la cámara es lo de menos a la hora de contar historias en imágenes. Pero una vez dejas de soñar con rodar una Alexa y aprecias tu colección de reflex y mirrorless, no haces más que ver una gran verdad en esas palabras.
Y es que la tan celebrada "democratización" del cine gracias al medio digital no sólo es real, sino que permite sustituir material valorado en decenas de miles de euros por cámaras dirigidas al consumidor medio y obtener resultados de una grandísima calidad siempre que se compensen las carencias de la herramienta principal con ciertos elementos adicionales.
Estos necesarios "extras" pasan por una buena iluminación —igualmente asequible hoy día gracias a la tecnología LED y a casas como Aputure—, un director de fotografía que sepa lo que hace y las dos grandes claves: el sonido —Coppola y Lucas defienden que es el 50% de una película— y, lo que es aún más importante, una buena historia con la que atrapar al espectador.
De cumplir con estos requisitos y tener una visión clara del proyecto, no deberíamos tener mayor problema —al menos en cuanto a logística— para dar a luz una pieza a la altura de las circunstancias. Como muestra, aquí os traigo una lista de largometrajes a reivindicar rodados íntegramente con cámaras mid-range.
'Diamond Flash' (Panasonic Lumix GH 2)
Qué mejor forma de empezar que con el merecidamente celebrado debut en el largometraje de Carlos Vermut en 'Diamond Flash'. Un largometraje que además de atesorar una calidad narrativa e interpretativa descomunal, y de poner patas arriba el panorama cinematográfico español, demostró lo que podía dar de si la GH 2 de Panasonic; una cámara con un sensor Micro Cuatro Tercios que, a día de hoy, continúa dando resultados nada desdeñables.
'Upstream Color' (Panasonic Lumix GH 2)
Casi una década después de poner patas arriba el panorama de la ciencia ficción con la complejísima 'Primer' —rodada en 16mm—, Shane Carruth regresó al género con su segundo filme; una 'Upstream Color' tan magnética en cuanto a historia se refiere como en su delicioso tratamiento formal, que extrae oro de las capacidades de la GH 2. A día de hoy, pese a dejar entrever ligeramente cierto "look digital" —que, por otro lado, tampoco pretende ocultar— continúa sorprendiendo.
'Absentia' (Canon 5D MkII, Canon Rebel T2i)
Mucho antes de que nos dejase alucinando con su gloriosa 'La maldición de Hill House' en Netflix, y de que adaptase a Stephen King armado con una Arri Alexa 65 en 'El juego de Gerald', Mike Flanagan llamó la atención del fandom del terror con la estimable 'Absentia', rodada con la modesta T2i y con esa bestia DSLR que es la 5D Mark II, ambas de Canon.
'Rubber' (Canon 5D Mk II)
La segunda versión de la 5D de Canon ha sido una de las grandes favoritas del cineasta independiente digital, y algunos de los mejores ejemplos de lo que se puede conseguir con ella han estado firmados por el único e irrepetible Quentin Dupieux. La primera gran muestra —dentro de su filmografía, en la que repetiría con la Mark II en 'Wrong' y 'Wrong Cops'— de lo que es capaz un DOP como él con esta cámara está en la delirante 'Rubber', cuyo tratamiento del color y la imagen es, probablemente, el mejor de toda esta selección.
'Coherence' (Canon 5D Mk II)
'Coherence' es, probablemente, mi largometraje predilecto de la lista, primer y último —por el momento— filme de James Ward Byrkit, que define a la perfección el concepto "indie". Esta delicia sci-fi no sólo está rodada en cinco días en casa del director, sin prácticamente iluminación adicional a la del domicilio y tomando como base un tratamiento de doce páginas sobre el que improvisaron los actores —todos amigos de Ward Byrkit—, sino que también utilizó cámaras que hoy podemos comprar por unos 500 euros de segunda mano.
'The Battery' (Canon 5D Mk II)
Si me preguntan por el largometraje zombi más importante de los últimos años, apuntaría sin pensármelo dos veces a este impresionante debut de Jeremy Gardner. Dos personajes lo más humanos posibles, un puñado de muertos vivientes, paisajes naturales con los que quedarse embobados, 6.000 dólares de presupuesto, y un ejemplo de lo que unas lentes de calidad como las ZE de Zeiss pueden ofrecer en combinación con una 5D Mark II.
'Frances Ha' (Canon 5D Mk II)
Estamos, fuera de toda duda, ante una de las mayores joyas que nos ha regalado el movimiento "Mumblecore". Todo deslumbra en esta cinta; desde las interpretaciones de esa musa llamada Greta Gerwig y Adam Driver hasta la dirección de Noah Baumbach, pasando por una dirección de fotografía firmada por Sam Levy en un delicioso blanco y negro que sorprende por su textura. Lo conseguido en 'Frances Ha' combinando la 5D Mark II con ópticas Canon de la serie L es digno de elogio.
'For Lovers Only' (Canon 5D Mk II)
Otra delicia monocromática rodada con la 5D Mark II es esta 'For Lovers Only', escrita, dirigida y fotografiada por los Polish Brothers en 2011 sin presupuesto, sin permisos para rodar, con Mark Polish —guionista del filme— y Stana Katic como pareja protagonista y utilizando la luz del Sol como única fuente para iluminar los planos. El resultado supera el medio millón de dólares de beneficios gracias, en parte, a su fantástica acogida en plataformas digitales como iTunes.
'Sound of my Voice' (Canon 7D)
Dejemos a un lado la 5D para pasar a hablar de su hermana pequeña, la Canon 7D —fue mi primera DSLR y no puedo decir más que buenas palabras sobre ella—. El sensor cropeado de 18 megapíxeles de esta pequeña máquina sirvió a Zal Batmanglij y Brit Marling para plasmar en imágenes su fantástico drama sci-fi. Vale que utilizar ópticas Zeiss Compact Prime, que multiplican el precio de la cámara —el 50mm de la serie CP.3 ronda los 4.500 dólares—, es hacer algo de trampa, pero 'Sound of My Voice' luce fantástica.
'Tiny Furniture' (Canon 7D)
Si el nombre de Lena Dunham está en boca de la inmensa mayoría de la comunidad cinéfila y seriéfila es gracias a su popular show 'Girls', pero lo que consiguió que su aclamada propuesta llegase a aterrizar en HBO fue 'Tiny Furniture'; una carta de presentación que arrasó en festivales como SXSW y que se las apañó para mantenerse dentro de un presupuesto de unos 50.000 dólares gracias al uso de una cámara tan económica como la Canon 7D.
'Like Crazy' (Canon 7D)
Con un presupuesto de unos 250.000 dólares a la altura de su reparto, encabezado por Anton Yelchin, Felicity Jones y Jennifer Lawrence, 'Like Crazy', rodada en una Canon 7D con montura PL y lentes Zeiss Ultra Prime, no sólo se las apañó para hacerse con el Gran Premio del Jurado y el Premio Especial del Jurado en Sundance; también consiguió un acuerdo con Paramount, que la compró por cuatro millones de dólares. Negocio redondo.
'Hardcore Henry' (GoPro Hero3 Black Edition)
'Hardcore Henry' contó con un presupuesto de unos dos millones de dólares, pero el precio de la cámara con la que se rodó es casi tan pequeño como su tamaño. Nada menos que varias GoPro Hero3 Black Edition —montadas en un rig que parece una trampa de Jiggsaw— fueron las seleccionadas por el director Ilya Naishuller y sus DOP Pasha Kapinos, Vsevolod Kaptur y Fedor Lyass para dar forma a esta desquiciada orgía de acción en primera persona. Los 12 megapíxeles mejor aprovechados de la historia.
'Tangerine' (iPhone 5s)
¿Qué sería de nosotros sin los teléfonos móviles? No tendríamos vídeos de gatitos en YouTube, conciertos de gorra en las stories de nuestros colegas —en serio, parad— ni cintas como la magnífica 'Tangerine' de Sean Baker. Un iPhone 5s sin trampa ni cartón —no queráis ver la monstruosidad con la que rodó Park Chan Wook su "corto filmado únicamente con un móvil"— con la app Filmic Pro, un adaptador anamórfico Moondog Labs, un sonido de primera y una narrativa casi perfecta para uno de los hits indie de la década.
'Perturbada' (iPhone 7 Plus)
Si un artesano con tantísimas capas y experiencia como Steven Soderbergh dice que se puede rodar una película con un móvil, es que es cierto. Para demostrar que no es una cuestión de fanfarronería y paternalismo, el director de 'Ocean's Eleven' se sacó de la manga 'Perturbada'; un notable thriller de corte clásico capturado en el sensor de un iPhone 7 Plus equipado con lentes Moment y un estabilizador Osmo Mobile de DJI. ¡Vaya que si se puede!
Hay que tener en cuenta que todo el material mencionado en este artículo tiene ya unos cuantos años, y que ahora mismo tenemos a nuestra disposición auténticas bestias user friendly como la Canon EOS R o la Sony A7 III o cámaras profesionales enfocadas al cine como las maravillosas Blackmagic Pocket Cinema Camera 4K y 6K —esta última con sensor Full Frame y montura Canon— por menos de 2.500 €. Una auténtica locura.
¡Y ahora que hemos comprobado lo que se puede hacer, es hora de armarnos con lo primero que tengamos a mano y salir a rodar!
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