Sigue el movimiento en la Sociedad General de Autores y Editores, una organización que de un tiempo a esta parte necesita abrir los ventanales y airear con urgencia. La última convulsión ha sido la moción de censura que ha sacado de la presidencia al gaitero asturiano José Ángel Hevia.
Merrie melodies
El artista asturiano José Ángel Hevia ha sido cesado como presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en una junta convocada para tratar su moción de censura. La soprano Pilar Jurado ha sido elegida nueva presidenta. El que 41 presidente de la SGAE, quinto consecutivo de la entidad en no poder acabar su mandato, se enfrentaba a una moción presentada por 18 miembros de la junta que lo ha fulminado en menos de cuatro meses.
Con la polémica de "la rueda" y la música nocturna aún caliente, el Gobierno fue llamado a filas por parte de ilustres miembros de la organización, como Pedro Almodóvar o Isabel Coixet.
Todo parece es tan opaco en SGAE que cualquier día podríamos tener una película al más puro estilo 'Vice' ambientada en la presunta trama de corrupción (y de confirmarse, auténticos genios del mal) y lucro con la música de la programación nocturna. Dentro de esta verbena de sospechas y malas, horribles melodías, se observan niños registrados como arreglistas de piezas de Chopin, compositores desconocidos que facturan millones de euros que son el grueso de las recaudaciones de SGAE.
Tras la investigación, entidades de gestión como la SGAE no podrán a partir de ahora repartir más de un 20% de lo recaudado por cada autor por la emisión de su obra en horario con "ausencia de audiencia significativa": la música nocturna. Lo peor de todo es que alguien se ha hecho muy rico con una música más terrible que la de los peores videojuegos de los ochenta.
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