Un estudio realizado a lo largo de dos años por el grupo de investigación de mercados Nielsen, ha contabilizado 2,73 televisores en cada hogar norteamericano, donde sólo viven 2,55 personas de media. El televisor se ha convertido así en el electrodoméstico preferido por los americanos. Además, la aparición de las pantallas de plasma ha contribuido a poner estos aparatos donde antes no cabían, y por lo tanto, a facilitar su propagación por la casa.
Este estudio es aún más curioso cuando vemos que las cadenas de televisión del otro lado del charco pierden cada año espectadores, pese al aumento del consumo. Sólo la gran cantidad de nuevos canales que amplían la oferta televisiva puede explicar este fenómeno. El mercado se fragmenta por incluir a nuevos competidores, algo que en España estamos viviendo desde hace muy poco.
El estudio también dice que la mitad de los hogares estadounidenses tienen tres o más televisores, y el 19% sólo posee uno; y que el norteamericano medio mira la televisión cuatro horas y 35 minutos cada día, mientras que el español medio que se pasa tres horas y 38 minutos.