Cuando una tragedia sacude nuestra sociedad, la televisión no tiene reparos en ponerse manos a la obra para modificar su parrilla y ofrecer continuos espacios especiales para hacer una cobertura mayor sobre lo ocurrido. A veces esa cobertura peca de excesiva, en la que se buscan datos y se dan informaciones que solo quieren mantener al espectador pegado a la pantalla. No podemos evitar observar cierta inclinación por parte de algunas cadenas para aprovechar lo ocurrido en su propio beneficio, utilizando la expectación que existe sobre el tema para transformarla en un buen dato de audiencia al día siguiente.
Estos días, con lo vivido con la muerte del presidente Adolfo Suárez hemos visto algo parecido. Tras el anuncio de su fallecimiento inminente algunas cadenas decidieron modificar su programación de los próximos días, antes incluso de que se produjera el anunciado fallecimiento. Así, Antena 3 retiró de la parrilla el estreno de la segunda temporada de 'Me resbala' para emitir la reposición de la TV Movie de Adolfo Suárez, mientras que laSexta anunció que daría descanso a 'Salvados' el domingo para emitir un reportaje especial sobre la vida del presidente. Estos casos, junto con muchos otros, hace que reflexionemos sobre las auténticas intenciones de las cadenas de televisión cuando realizan estos cambios. ¿Se trata de un sincero homenaje o de la búsqueda del morbo para atraer a la audiencia?
Pese a que pueden darse continuos cambios en la programación de una cadena, la audiencia puede no acompañar estas modificaciones como se podría esperar. Siguiendo con los casos citados anteriormente, la audiencia no respondió en masa a los cambios establecidos en Antena 3 y laSexta, ya que tanto la TV Movie, como el especial de 'laSexta Columna' se quedaron lejos de los datos de audiencia que cosechan normalmente 'Me resbala' o 'Salvados', por lo que se trató de una estrategia fallida. Tampoco Cuatro acertó en términos de audiencia retirando 'Viajando con Chester' de su parrilla para emitir otro especial sobre el caso que también se quedó muy lejos de los espectadores que consigue aglutinar Risto Mejide cada semana.
Podemos entender estos pobres de audiencia si tenemos en cuenta la cantidad de reportajes, programas especiales y menciones que estamos viendo estos días sobre el fallecimiento de Adolfo Suárez, algo que juega en contra de estos cambios de última hora. En este sentido, son los programas que se han mantenido en la parrilla los que han tenido un sólido seguimiento por parte de los espectadores, demostrando que hay ocasiones en las que la técnica del homenaje pasa factura a la propia cadena de televisión.
Sin embargo, lo ocurrido con Adolfo Suárez se une a otros casos recientes en los que la muerte de un personaje conocido ha terminado modificando la parrilla televisiva. La emisión de la película de un actor días después de su muerte o la programación de un reportaje sobre una figura famosa después del fin de su vida hace que encontremos motivos para pensar que la televisión busca explotar todas las vías posibles para sacarle rédito a una desgracia. Estos casos se enmascara como "último adiós" u "homenaje", una manera de vender la estrategia que en algunos casos no se sostiene por su propio peso.
El caso de 'La Voz Kids'
Podemos establecer un paralelismo entre lo vivido estos días y lo ocurrido en 'La Voz Kids' tras el fallecimiento de una de sus concursantes días antes de que se emitiera la batalla en la que participaba. Este hecho puso en una complicada tesitura a Telecinco, que tuvo que decidir si emitía la batalla bajo una intensa presión en las redes sociales. Al final, la cadena se decantó por la emisión del espacio sin modificaciones, afirmando que contaba el consentimiento de los padres de la concursante para que así ocurriera. El resultado de esa gala obtuvo un millón de espectadores más que la de la semana pasada, un dato que demostró la enorme expectación que el caso había levantado entre la audiencia.
En esta ocasión, tampoco podemos separar el morbo que desprendió la emisión del pretendido homenaje que quería realizar la cadena, separados por una delgada línea que se cruza constantemente. No podemos olvidar que esto del morbo televisivo no solo juegan un papel clave las cadenas de televisión. La subida de espectadores dada en 'La Voz Kids' así como el escaso seguimiento de los especiales sobre Adolfo Suárez nos apunta hacia el espectador como elemento clave. Ellos son los que ponen el énfasis en que la distinción entre morbo u homenaje no solo se encuentra en quiénes deciden emitir determinados espacios, sino también en quienes están al otro lado de la pantalla preparados para recibir determinados contenidos que demandan.
En ¡Vaya tele! | La peor cara de la televisión del morbo
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