"Desarrollo del sistema de pictogramas o imágenes identificativos que acompañen a las obras audiovisuales y que permitan al público identificar a priori contenidos específicos de las obras audiovisuales". ¿Volver a los dos rombos? En principio, no se habla de ellos, aunque, en general, parece haber cundido el pánico y medios y blogs alertan sobre el retorno de los dos rombos (y ya de paso, ironizan con la vuelta de la carta de ajuste o del Nodo). El proyecto, en el que trabaja en colaboración con el Gobierno el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, ya cuenta con el apoyo de la Asociación de Usuarios de la Comunicación. Para el resto, la iniciativa es una involución. ¿Por qué cambiar el actual sistema?
El objetivo principal es unificar criterios. Que todas las obras audiovisuales se califiquen del mismo modo, ya sea en televisión, en la red o en el cine. Pero, además, se trata de ofrecer una información más completa a los padres para proteger a los niños de ciertos contenidos, siendo explícitos con el tipo de imágenes que aparecen (sexo, violencia) o si el lenguaje no es el adecuado para un menor. Tal vez el actual sistema sea demasiado confuso, porque lo que se busca es que los ciudadanos no tengan ninguna duda sobre lo que van a ver y si es apto o no para según qué edades. Y para que el criterio no sea ininteligible ha de ser universal.
Actualmente, ese din-don al comienzo del programa en televisión (película/serie/contenido) y en el retorno de los bloques de publi, avisa de que existe una limitación por edad, que se establece con un rótulo con los años a partir de los cuales el contenido es adecuado. En el cine, el criterio lo marca el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que establece que toda película debe pasar por la comisión de calificación y exponer ésta de forma visible (en las taquillas de los cines y en las carátulas y otros soportes). En Internet, el referente es el Consejo Británico de Clasificación de Películas, que ha creado, en colaboración con el proveeedor de Internet, Tibboh, un criterio para los contenidos online pero también para las páginas en general (así, Facebook no es apta para menores de doce años).
Llegados a este punto, me planteo ¿no podrían empezar por no programar este tipo de contenidos en el horario de protección infantil? Creo que esa sí es una asignatura pendiente. Y de hecho, España es el país que menos respeta esta normativa establecida por la Unión Europea, según el Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales. Algo que debería supervisar un Consejo Estatal de Medios Audovisuales, como establece la Ley General de la Comunicación Audiovisual y que el Gobierno ha decidido no crear, siguiendo con su política de recortes y de reforma de organismos reguladores. De acuerdo en que es necesario marcar, calificar, advertir y proteger. Pero la protección empieza por adecuar la parrilla a los espectadores y no al revés.
En ¡Vaya Tele! | El sentido de la calificación por edades en pantalla
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