Llevaba esperando una noticia como ésta desde hace muchísimo tiempo. Como bien sabéis, el doblaje es algo que levanta pasiones y odios a partes iguales. Tanto nuestros compañeros de Blog de Cine como nosotros mismos hemos hablado muchísimas veces del daño que el doblaje hace a la mayoría de series y películas y también hemos reflexionado sobre el futuro de esta práctica, ahora que los espectadores tenemos acceso a una mayor variabilidad de opciones para disfrutar estos productos y nos hemos vuelto mucho más exigentes.
Y ahora es el Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, el que quiere abrir el debate para revisionar la política del doblaje en nuestro país. ¿El motivo? No ha sido la pérdida de calidad a la hora de ver un producto de ficción en otro idioma, sino el pobre dominio de lenguas extranjeras que tenemos en España, donde casi la mitad de adultos entre 25 y 64 años no conoce ningún idioma que no sea el castellano. Sea como sea, el resultado al final sería el mismo, y como acérrimo defensor de la versión original subtitulada, no puedo sino alegrarme muchísimo por esta iniciativa.
No voy a entrar a valorar la calidad del doblaje en España y tampoco pretendo establecer aquí un debate ensangrentado entre defensores y opositores de esta práctica. El trabajo de los actores de doblaje me parece encomiable, aunque como decía Adrián Massanet hace unas semanas en Blog de Cine, la considero una profesión artesanal pero innecesaria. La implantación de la versión original (con opción de subtítulos, por supuesto) debería ir abriéndose paso cada vez más en nuestro país, pero de momento es algo que en televisión sólo vemos a través de las plataformas de pago, y casi siempre a horas demasiado intempestivas.
Todavía espero el momento en que alguna cadena (¿Cuatro, por ejemplo?) se anime a estrenar alguna serie en versión original con opción de subtítulos en horario de máxima audiencia. Eliminaría el problema del retraso en la emisión y muchos encontrarían una forma diferente y, a buen seguro, atractiva de ver la televisión. Para los que no conozcan el idioma, acostumbrarse a leer los subtítulos es una mera cuestión de práctica, y estoy convencido de que a largo plazo sería un filón para las cadenas.
La idea ya está en la calle, sólo espero que esto no se convierta en simple palabrería política y verdaderamente se establezca un debate que desemboque en un mejor manejo del doblaje y la versión original subtitulada; no es cuestión de eliminar una para imponer la otra, sino de combinarlas de la forma perfecta para que todos quedemos contentos. Y tú, ¿qué opinas?
Vía | Cadena Ser
En ¡Vaya Tele! | El daño real del doblaje