No se sabe qué fue antes, si el huevo o la gallina, si la crisis o las fusiones, pero lo cierto es que se va disipando el humo de los globos sonda y el panorama alterado está dando paso al objetivo final de todo este montaje. Y digo montaje porque desde mi punto de vista hay acuerdos cerrados, conclusiones adoptadas y puestas en marcha, a pesar de que intenten hacernos creer que están todos a la expectativa de que alguien dé un paso adelante.
¿Para qué ha servido la excusa de la crisis? Está claro: se han abaratado las producciones. Esto no puede extrañarnos porque pasa en cualquier sector. Al final los espectadores tenemos que ver cómo la industria nacional televisiva baja el listón, se gasta menos dinero porque, según argumentan, hay nuevas pantallas que llenar, todo un abanico de canales TDT que siguen abandonados a su destino, infrautilizados en la mayor parte de los casos. ¿A qué están esperando para sacarles rendimiento? Es absurdo quejarse de la crisis teniendo canales que no ofertan absolutamente nada.
En este punto entra en juego el tema de las fusiones. ¿Por qué el Gobierno saca una Ley autorizándolas? Esa medida le supuso un buen número de críticas. ¿Iban a exponerse así para nada? En absoluto, las fusiones tienen que estar tiempo planeándose pero siguen sin hacerse efectivas porque los terrenos propios y los ajenos siguen en liza. Crisis y fusiones, dos excelentes compañeras de viaje. Mientras siga la crisis, las fusiones no tienen demasiado sentido pero es algo que tendrán que abordar en breve, cuando el apagón analógico sea total.
Desde UTECA, la asoación de cadenas comerciales, se plantean pedirle al Gobierno una rebaja en el canon de Televisión Española porque la cadena pública ha contratado publicidad en este último trimestre. Las fusiones se ven con buenos ojos y como única salida a la fragmentación. Todos coinciden en afirmar que el modelo actual es insostenible. ¿A que están esperando? Si ellos no propician el cambio de modelo, la publicidad, que es lo que les sustenta, tampoco va a asentarse ni a recuperarse. En cualquier caso, echo en falta en todas estas discusiones que se hable más de las posibilidades de las televisiones en Internet. Tengo la sensación de que, en realidad, el cambio de modelo va a ser mínimo.
Lo que está claro es que en cuanto termine este compás de espera los cambios van a venir uno tras otro, las fusiones van a formalizarse en poco tiempo y las cadenas, que van a convertirse en plataformas de canales, tendrán que empezar una nueva lucha porque la medición de audiencias también va a cambiar y se centrará en esos nuevos grupos. Habrá menos variedad, menos pluralidad y menos cadenas como fruto de las absorciones. Si alguien piensa que en este panorama los espectadores salimos ganado, que lo diga.
Vía | Fórmula TV Imagen | Ministerio de la Presidencia En ¡Vaya Tele! | ¿Más regulación con la nueva Ley audiovisual?