‘Salvados’ se ha convertido en uno de los buques insignia de laSexta, pero estoy convencido de que nadie esperaba que alcanzara tal éxito, consiguiendo sus mejores números en la temporada que se está emitiendo actualmente. Sin embargo, lo realmente noticiable es que ayer se cumplió el quinto aniversario de un programa que ha sufrido varios cambios a lo largo de su existencia y he creído que ésta era la ocasión ideal para hacer un pequeño repaso a la evolución de ‘Salvados’.
Jordi Évole fue conocido durante mucho tiempo por ejercer como el Follonero en los late-nights presentados por Andreu Buenafuente, pero un buen día le llegó la oportunidad de hacer un especial centrado en las elecciones generales de 2008 y no la desaprovechó. El programa se dividió en dos entregas y bajo el título de ‘Salvados por la campaña’ era una variante de ‘Caiga quien caiga’ en la que el objetivo no era tanto la crítica social como el arrancar unas risas al espectador. Lo cierto es que no fue un éxito arrollador, pero consiguió superar el millón de espectadores en sus dos partes, unas cifras más que suficientes para dejar de lado la idea inicial de ser un simple especial y convertirlo en un programa regular – aquí podéis ver a Évole hablando sobre ello- . Un cuento de hadas que estuvo a punto de acabar de forma prematura.
El inesperado éxito obligó a espaciar bastante la emisión entre programa y programa, pero lo más curioso de todo es que los que compitieron directamente contra ‘Aída’, que estaba intratable por aquel entonces con audiencias millonarias y un share por encima del 30%, mantuvieron el tipo, pero fue perdiendo audiencia hasta despedir su improvisada primera temporada tocando fondo con ‘Salvados por las vacaciones’ el 20 de julio de 2008 por debajo de los 500.000 espectadores y el 4% de share. Sin embargo, ahora había tiempo para pensar con más calma la forma que debía adoptar el formato, pero no fue un proceso sencillo.
‘Salvados’ regresó con su segunda temporada el 19 de octubre de 2008, pero el programa había sufrido una tremenda remodelación. El humor seguía siendo la tónica dominante de ‘Salvados’, pero tan pronto te encontrabas una charla a bordo de un coche con Carlos ‘El Yoyas’ Navarro - aquí podéis ver la promo inicial por la vuelta del programa y el fichaje de Navarro- sobre temas de la más diversa índole con otras secciones que no terminaban de casar con esa. También retomaron la forma de entrevistar a Rajoy y Zapatero en el primer especial para someterles a una entrevista con las mismas preguntas. La sensación que queda a día de hoy viendo varios de esos programas es que no terminaba de saber exactamente lo que quería e iba probando cosas a ver qué funcionaba mejor. Por aquel entonces, el humor gamberro era el gran eje del programa, pero con marcadas irregularidades.
Sin embargo, esta segunda temporada sí logró asentarse en términos de audiencia al superar el 6% de share medio, pero la polémica hizo acto de presencia con el programa en el que Évole, aún conocido como El Follonero por aquella época, tuvo la oportunidad de charlar con Arnaldo Otegui. La entrevista fue bastante floja, ya que parecía estar fuera de lugar y sin un objetivo claro. El humor no cuadraba y Évole parecía estar deseando irse de allí lo antes posible. Tocaba volver a repensar el programa.
El progresivo avance de lo informativo sobre lo humorístico
Se optó entonces por convertir a ‘Salvados’ en un programa temático en el que ya no era tan importante ser lo más graciosos posibles como mostrar diferentes realidades. La pega es que la mutación no fue de la noche a la mañana. Mi compañero Manuls ya se refirió a esto como una especie de bipolaridad en la que era todo mucho más interesante cuando los chascarrillos quedaban de lado y se centraba más en exponer lo más detalladamente posible el tema que abordase cada día. Así fue como ‘Salvados’ fue deshaciéndose poco a poco de su aura de programa que no había que tomarse en serio, pero eso apenas se notó en las audiencias, donde durante muchos años se siguió por encima del 6% de share, pero con una evolución al alza prácticamente nula.
Llegamos así hasta temporada que arrancó el 29 de enero de 2012, poco más de cuatro después de comenzar su andadura. ‘Salvados’ ya era visto como un programa respetable, ganador de varios premios y que cosechaba elogios allí por donde pasaba, pero sus audiencias fueron en esta tanda de episodios cuando comenzaron a despegar, ya que debutó con un 8,5% de share y más de 1,7 millones de espectadores con ‘¿Qué hago con mi dinero?’ en el que se ahondaba en la situación económica de España, desde la delicada situación de los bancos españoles hasta el auge de las tiendas de ‘Compro Oro’. ‘Salvados’ había apostado de forma definitiva en la temporada anterior - antes se había coqueteado mucho con problemas de otros países, con especial atención a Estados Unidos- , pero era aquí cuando su estilo estaba totalmente definido: El humor ya no hacía falta, aunque sí la mayor perspicacia posible en las preguntas que se hacían, una mirada plural y rigurosa del tema a tratar y la mayor cercanía y accesibilidad posible.
Cada seguidor de ‘Salvados’ recordará un programa u otro como el punto en el que consiguió hacerse de obligado visionado, pero personalmente me gustaría señalar a ‘Parados en espera’, emitido el 3 de junio de 2012, como el punto de no retorno. La charla final con Concha y Carmen, dos representantes de los partidos políticos de nuestro país, dio mucho de hablar en su momento, algo que ya se notaba en un share que superaba el 10% y casi 1,8 millones de espectadores, aunque el récord por aquel entonces lo había marcado tres semanas con ‘Bancos, del crédito al descréditos’ y un 11,4% y casi 2,2 millones de audiencia media, pero las cosas iban a ir a más, ya que ni un solo programa de la siguiente temporada estuvo por debajo del 10% de share y los 2,1 millones de espectadores.
‘Salvados’ era ya garantía de mucha repercusión en las redes sociales, portada garantizada en Menéame y una forma de despertar las adormiladas conciencias de muchos con respecto a la situación actual de España. El pasado 3 de febrero comenzó la – por ahora- última temporada confrontado los sistemas educativos español y finlandés tocando techo con 4,3 millones de espectadores y un share del 19,8%, cifras no sólo inimaginables para otras producciones de laSexta, sino misión casi imposible para lo que haga el resto de cadenas.
El quinto aniversario
Ya os comentaba más atrás que ayer tuvo lugar el quinto aniversario del programa, algo que Évole - ¿aún quedará alguien que se refiera a él como El Follonero?- aprovechó para darnos dos programas muy diferenciados. El primero centrado en los derechos de los inmigrantes, confrontado el caso de varias personas en España con el de españoles residentes en Noruega, ofreciendo un retrato muy certero sin caer en la crítica fácil de ‘derechos para todos’, sino mostrando que lo que está pasando últimamente en España es lo habitual en otros países.
No obstante, lo realmente especial fue la entrevista que David Trueba hizo a Jordi Évole para hacer un repaso de los cinco años de existencia. Me llamó la atención que se reconociera el toque cómico de sus inicios, pero diera la sensación de ser algo de otro tiempo que había que dejar atrás, algo que fue casi en paralelo al empeoramiento de la crisis en nuestro país. Me hubiera gustado que fuesen un poco más incisivos en este punto, ya que a día de hoy muy pocos recuerdan cómo era ‘Salvados’ antes de convertirse en el formato de prestigio que es a día de hoy, aunque sí que fue un gran acierto la escena eliminada de la entrevista con Artur Más y los comentarios al respecto. Se reconocieron errores y no faltaron ciertas quejas por parte de Trueba hacia momentos muy recordados de la historia del programa, pero me pareció un acercamiento más amable de a lo que nos tiene acostumbrado con otros temas.
En ¡Vaya tele! | 'Salvados' estrena temporada marcando un nuevo récord de audiencia
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