El veterano director colabora con Bradley Cooper en una película que arrasó en taquilla y quedó marcada por la controversia
El cine bélico consigue ser fuente de alegrías en términos de taquilla y de audiencia aunque no haya necesariamente un motivo lógico como podría ser durante épocas de guerra, donde se busque una catarsis o una ola de apoyo a las tropas. Aunque Estados Unidos siempre tiene un conflicto entre manos y nunca anda sobrado de visiones realistas sobre los combatientes, como puede ser el caso de 'El francotirador' ('American Sniper').
El peso de la guerra
Uno de los mayores éxitos de la prolongada carrera de Clint Eastwood como director y también del cine bélico reciente. También un momento crucial para la carrera de Bradley Cooper, que pudo mostrar su talento dramático más allá de su éxito en las comedias. La película se podrá ver hoy en televisión a través de La Sexta a partir de las 22:30 (también se puede ver en streaming a través de Netflix).
Basada en la historia real del veterano marine Chris Kyle, que después de años de estar perdido por la vida encuentra una fuerte motivación en luchar en la guerra contra el terrorismo islámico tras el atentado de las Torres Gemelas. Ejerciendo como francotirador, se convierte en una leyenda haciendo el máximo número histórico de muertes del ejército americano. Sin embargo, su paso por la guerra le dificulta poder realizar una vida familiar plena en su propia casa.
La guerra de Irak fue una nueva obsesión para el cine americano pasado ya el efecto inmediato del 11-S, empezando a mostrar los efectos críticos en la zona y en los soldados a través de joyas como 'En tierra hostil'. La película de Eastwood no se suma a esa tendencia, siguiendo esquemas más propios del biopic para intentar arañar la parte humana del combatiente.
No llega precisamente a las interesantes exploraciones del propio Eastwood a través del díptico 'Cartas desde Iwo Jima' y 'Banderas de nuestros padres'. Su habitual manera de trabajar tan efectiva como apresurada termina desluciendo el resultado final, donde se bordea la propaganda al mostrar burdamente las motivaciones de Kyle y se alcanza el esperpento en la criticadísima escena con el bebé donde no se consigue disimular en absoluto que es un muñeco de plástico.
Extrañamente, el falso bebé es uno de los legados más prominentes de una película que fue un absoluto fenómeno en su momento, recaudando unos 547 millones de dólares en todo el mundo, casi 10 veces su presupuesto.
Para Bradley Cooper sí fue fundamental, sirviéndole para aprender de uno de los maestros cinematográficos de cara a dirigir sus propias películas (aunque la austeridad de Eastwood sea un aspecto bastante opuesto al estilo que desarrollaría).
En Espinof:
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 0 Comentario