El otro día estaba con unas amigas tomando un café, y como buenas cotillas que son se pusieron a hablar de cosas del mundillo del corazón, que si Peñafiel dijo esto, que si la Patiño no da una, que si qué bueno está Jaime Cantizano... normalmente esas conversaciones me aburren, ya que carecen de sentido para mi, pero esta vez no fue así ya que me enteré de todo lo que decían. La verdad es que fue un shock bastante fuerte para mi, ya que no veo programas del corazón ni leo nigún tipo de revistas de esas que salen los jueves. Comencé a pensar qué podía estar pasando y al instante me vino a la cabeza un nombre, Sé lo que hicisteis....
Alguno se va a tirar de los pelos ante esta reflexión, pero creo que Sé lo que hicisteis... está siendo un programa de corazón para los que no ven programas del corazón. Si, la afirmación puede carecer de toda lógica, pero leedla otra vez y vereis que estoy en lo cierto. El programa de Ángel Martín y Patricia Conde y compañía nació con la idea de, principalmente, reirse de esos programas del corazón que hablan de esos famosos de dudosa calidad y, durante un tiempo, consiguió su cometido pero el problema creo que llega cuando nos acostumbramos al formato. Seguimos riéndonos de las meteduras de pata de algunos programas, de las incongruencias de algunos "expertos en el corazón" y de las gracias de Ángel Martín pero, ¿no estamos consumiendo indirectamente material de la farándula? Pues si, lo estamos, y aunque nos duela admitirlo, por culpa de echarnos unas risas nuestra cabeza se está llenando de información innecesaria sobre el famoseo.
Que si, que Sé lo que hicisteis... es más que la sección de Ángel Martín, pero no nos engañemos, su sección es el alma del programa y es la que genera más audiencia, pero es también la que nos pone al día de lo que ocurre con muchos famosos, y encima haciéndonos reir un rato, por lo que son muy parecidos a esos programas que tanto critican (salvando las distancias claro). Pero bueno, pensándolo bien y viendo lo que echan en la televisión a estas horas, casi prefiero enterarme de noticias del corazón riéndome que escuchando ese Uy uy uy uy tan molesto del programa de mermelada y compañía. ¿No creeis?