Un cosa es cancelar un programa y otra, dejar un concurso inconcluso, más si tiene un millón euros de premio. Lo normal suele ser precipitar la entrega del premio para poder dar un final decente, pero en esto no ha pasado. La Sexta se lava las manos.
El programa partía de unos contenidos ya hechos, lo hacían los concursante con sus vídeos. Los responsables del programa ganaban dinero a partir de las votaciones vía teléfono y SMS. Ahora saltan con que las audiencias no eran lo esperado y se declara inconcluso el premio, mientras ellos han ganado dínero a costa de los concursantes. Claro, que era un millón de euros, pero se llevan los derechos de explotación de los videos enviados. Estos de GloboMedia no dejan de sorprender. Huele demasiado a estafa, después de cuatro meses de emisión cuando tienen que entregar el famoso premio saltan con excusas para dejar desierto el premio.
Ya se empiezan a oir las primeras voces de concursantes indignados...
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