Después del flojo estreno que tuvo anoche ‘El aprendiz’ en laSexta sólo puedo recomendar a la cadena que tenga paciencia porque después de desastres tales como ‘De patitas en la calle’ o el programa aquel de Pocholo, con ‘El aprendiz’ han dado un salto cualitativo evidente. La producción y la edición son las dos claves de un programa que se adorna de otras virtudes.
Bassat está soso, sí, y es raro ver en televisión tanta educación en todo momento, con eso de “buenos días”, “gracias” y demás, pero no vamos a quejarnos ahora de eso, ¿no? Hay mal rollo, claro, con los concursantes trepas que han encontrado gracias a un buen casting sería raro que el programa pareciese un espacio infantil, y los dos ayudantes de Bassat, que parecen estrictos y sin ningún tipo de piedad, no ayudan a relajar el ambiente. Vamos, que hay tensión bien llevada, con esperas bien creadas y planos calculados al milímetro, todo muy frío.
Las pruebas pueden parecer absurdas (ayer tuvieron que vender aceitunas y en el avance del siguiente programa dejaron entrever que tendrán que gestionar un bar), pero lo que me gustó es que la resolución es objetiva y no participan el azar ni la casualidad que sí que están más presentes en programas como ‘Pekín Express’, por ejemplo. Despidieron al tipo honesto que reconoció su error y eso nos puede parecer que está feo pero, claro, tampoco pequemos de ingenuos. ‘El aprendiz’ es al fin y al cabo un programa de televisión y cargarse de buenas a primeras a cualquiera de los otros dos, que tienen potencial para dar juego a manta, habría sido un error de bulto.
Entre los posibles fallos que pueden pesarle al formato hay que destacar el hecho de que ninguno de los participantes cae demasiado bien, por lo menos a mí, pero también es cierto que por ahora parece que los concursantes van a ser lo de menos y que lo interesante será ver cómo esta gente se deja la piel complicando cosas sencillas y cómo son capaces de devorarse los unos a los otros a la primera señal de peligro. Lo de meterlos a todos en una casa de lujo tampoco me parece que sea acertado pero lo tolero mientras el asunto no derive hacia un típico ‘Gran Hermano’. Ayer sirvió para que pudiéramos ver las reuniones de los equipos y para que viéramos algo de una fiesta, pero tampoco mucho. Como se pasen explotando el lado íntimo de la convivencia para mí van a perder enteros.
En resumen, el programa me gustó mucho. La duración de una hora por semana es una buena decisión, la realización y el ritmo rápidos se agradecen y el resultado es un programa dinámico en el que vemos las dificultades de un grupo de gente que se cree que es la bomba pero que pincha en la realización de tareas cotidianas. Y pensar que ‘El aprendiz’ estuvo a punto de irse a La 1…,. Allí no habría pegado ni con cola.
En ¡Vaya Tele! | ‘El aprendiz’: Televisión Española busca empresario