Una reciente encuesta ha revelado que los españoles piensan que Televisión Española es la mejor cadena actual. A su favor comentan la idoneidad de una programación pensada para toda la familia, la emisión de cine español, la vanguardia cultural que supone La 2, unos informativos plurales y la programación infantil específica.
Sí es cierto que La 1 es líder y eso coincide con su etiqueta de "favorita", pero La 2 también recibe una valoración muy alta, totalmente alejada de lo que marcan sus índices de audiencia. Lo que me pregunto es cuánta gente de la que valora positivamente una cadena realmente la ve. Tras unos resultados como estos se puede adivinar el verdadero éxito de Televisión Española: una campaña de marketing y un lavado de imagen que le hacían mucha falta.
Si miramos la programación de Televisión Española de los últimos tiempos no hay cambios demasiado relevantes. Ciertos programas estrella se mantienen como fijos desde hace varias temporadas, ha habido estrenos sonados como el de 'Águila Roja' pero también algún que otro batacazo importante, como 'UCO' o 'Guante blanco'. Respecto al entretenimiento nos encontramos con la misma dinámica. A pesar de esto, se considera en la encuesta que la cadena es la que mejor ha evolucionado. Cuando se habla positivamente de las series familiares de la cadena supongo que nadie piensa en 'La Señora', que arrasa los lunes, pero a pesar de eso se sigue teniendo la sensación de que la cadena vela por el contenido familiar. Los índices de audiencia de La 2 tampoco hablan de que su programación infantil sea muy seguida, pero en cambio es altamente valorada.
Desde mi punto de vista, si algo ha cambiado es la imagen, y no sólo el logotipo. Televisión Española ha hecho bandera de independencia, de solidez, de calidad asociada al producto español. El ser la "cadena pública" lo han traducido como la "cadena de todos" y el mensaje ha ido calando. Indudablemente Televisión Española tiene un público fiel y personalmente, aunque no me incluyo entre sus seguidores, sí que creo que es una cadena coherente de la que sabemos qué podemos esperar, pero eso pasa con todas.
Lo que me extraña es que, aún sabiendo como ciertas todas las cosas positivas que en la encuesta se dicen de Televisión Española, la gente prefiera otras cadenas y su liderzgo no sea rotundo. ¿Por qué la audiencia, a pesar de valorar la cadena tan positivamente, acaba entretenida en otra parte? Yo creo que tanta imagen de beatitud y de perfección es muy positiva en un primer momento, de cara al prestigio, pero en el día a día hay que ofrecer puntos para que el espectador se quede. La cara de la moneda la abanderan Cuéntame y propuestas similares pero en la cruz tenemos programas como el truculento España Directo. No es oro todo lo que reluce.
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