'El sargento de hierro': un deslenguado entretenimiento de Clint Eastwood que es mucho más que un festival de frases míticas

'El sargento de hierro': un deslenguado entretenimiento de Clint Eastwood que es mucho más que un festival de frases míticas

34 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Cartel Sargento Hierro
"Con el debido respeto, señor, se me están empezando a inflar los cojones"

Clint Eastwood se ha ganado a pulso su imagen de tipo duro con infinidad de títulos, aunque quizá sus roles más recordados en esa dirección sean el hombre sin nombre de la Trilogía del Dólar y Harry Callahan. A esa lista se podrían sumar una infinidad de personajes, pero muy arriba en esa lista debería estar el sargento de artillería Tom Highway.

'El sargento de hierro' es probablemente uno de los títulos de Eastwood con una vocación más comercial, algo curioso tratándose de una película bélica que hoy recupera La 1 a partir de las 22:10. Sin embargo, lo que brilla aquí por encima de todo es el arsenal de one-liners del guion firmado por James Carabatsos, la mayor parte de ellos concentrados durante la primera hora de metraje de una cinta con una estructura similar a 'La chaqueta metálica', la aclamada película de Stanley Kubrick que llegaría a los cines un año después de la que ahora nos ocupa.

Sin pelos en la lengua

Soy el sargento de artillería Highway. He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos.

No es que el libreto de Carabatsos sea gran cosa, pero durante los primeros minutos de película es la base ideal para introducir a los personajes en general y los métodos en particular del sargento interpretado por Eastwood. No culpo a aquellos que se acuerden de 'El sargento de hierro' por el derroche de frases míticas que salen de la boca del legendario actor, ya que es la puerta de entrada idónea para conquistar al espectador y que quiera seguir viendo la película.

Esto dota a la película de un tono cómico bastante marcado en esta fase inicial de metraje, algo que va matizándose a medida que pasan los minutos, primero para profundizar más en el personaje de Eastwood, algo que él sabe aprovechar muy bien para darle un toque mucho más humano que el sádico instructor encarnado R. Lee Ermey en la película de Kubrick.

Clint Eastwood Sargento Hierro
Estoy aquí para comunicaros que la vida tal como la habéis conocido ha terminado. Más vale que os vayáis al pueblo esta noche a reíros y a hacer el gilipollas, o a restregar vuestras pichitas contra vuestras novias, o a meterla en cualquier agujero, pero sea lo que sea hacedlo porque mañana a las seis de la mañana, vuestros culos serán míos.

En lo puramente argumental, ahí está seguramente la mayor diferencia entre ambas propuestas, ya que Highway no deja de ser una especie de revisión de otros personajes previos en la filmografía de Eastwood, pero potenciando al máximo su vertiente más mordaz. Eso también lleva a que la película sea muy hija de su tiempo, porque algunas de sus frases serían impensables en cualquier producción de gran estudio que se estrenase actualmente.

Sin embargo, bajo esa fachada socarrona hay una película que muestra un retrato algo desencantado del ejército norteamericano, alejándose en todo momento de lo que uno podría esperar a priori. Y es que es bien conocido el ideario republicano de Eastwood, pero eso nunca ha sido obstáculo para encarar cada proyecto como una historia propia, que curiosamente funciona mejor cuando la parte bélica está más en segundo plano.

Como alambre de espinas y meo Napalm. Y puedo traspasar el culo de una pulga de un tiro a 200 metros, así que vete a machacártela por ahí, cara de perro, antes de que te rompa los morros.

Ahí también le sucede algo similar a la película de Kubrick, mucho más estimulante en la parte de adiestramiento que cuando todo pasar al frente de batalla. Eso no quiere decir que 'El sargento de hierro' se derrumbe en su tramo final, ya que Eastwood sabe cómo elevar el interés en ciertos momentos, aunque justo sea reconocer que aquí brilla más en su faceta como actor que como director.

Escena Sargento Hierro

'El sargento de hierro' tuvo una gran acogida por parte del público, lo cual hizo que recaudasen más de 120 millones de dólares cuando su presupuesto había sido de apenas 15 millones. Pese a ello, Eastwood se lo tomó con calma y no volvió a estrenar una película hasta 1988, año en el que se puso detrás de las cámaras con 'Bird' y delante de ellas para despedirse de Harry Callahan en 'La lista negra'.

Comentarios cerrados
Inicio