Ruth Lorenzo irá a Eurovisión. Esa es la elección de TVE para 2014, después de una gala en la que los cinco candidatos preseleccionados han mostrado sus armas para convencer a la audiencia. Aparecía Anne Igartiburu en pantalla con un falso playback por bandera para dar comienzo a la preselección del representante español. Consiguió engañar al espectador una Anne que por fin volvía a un espacio de prime time, aunque fuera para conducir una gala dirigida exclusivamente a los eurofans de Eurovisión, los que a priori son los únicos interesados en este certamen.
Para atraer a la audiencia TVE ha potenciado la competitividad entre los aspirantes a viajar a Copenhague, aunque la gala ha pecado de ser poco innovadora y no explotar las oportunidades a su alrededor. Un trámite para la cadena pública que parece que ha encontrado en la representación española de 2014 un embrollo del que no sabía cómo salir adelante. La decisión final ha pasado por cinco candidaturas y encontró un punto de atractivo en la rivalidad que fue surgiendo entre Brequette y Ruth Lorenzo, las dos grandes apuestas para hacerse con el triunfo.
Esa competitividad es la que ha mantenido algo el interés de esta preselección, una emisión que en años anteriores se ha hundido en la programación de La 1 (al contrario que el propio festival, que sigue arrasando en audiencias). En esta ocasión, conocer cómo serían sus puestas en escena y cómo defenderían sus actuaciones ha mantenido la expectación, algo que por otro lado tampoco contaba con los ingredientes necesarios para llegar a un público más amplio.
Más allá de las actuaciones, repetidas hasta la saciedad para conseguir todos los votos telefónicos posibles, esta preselección no ha conseguido mostrar nada más interesante, ni siquiera por parte de David Bustamante, Merche y Mónica Naranjo. El jurado elegido para valorar las actuaciones se ha movido entre el peloteo y los piropos, sin la dosis crítica necesaria que nos hiciera creer que la preselección eurovisiva era un espacio televisivo que fuera a aportar algo a la parrilla televisiva.
Solo las votaciones finales, el momento en el que al jurado les tocó decantarse, levantó un poco la expectación del show, al acercarnos a ese momento cumbre en el que por fin saldríamos de dudas. Al final, "Dancing in the rain" será la apuesta española el próximo 10 de mayo, día elegido para la retransmisión de la final de Eurovisión, una canción con potencial para llamar la atención en el festival y dejar en buen lugar a nuestro país. O, un año más, eso es lo que queremos creer.
En ¡Vaya tele! | TVE elegirá mediante gala al representante de Eurovisión 2014
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