Me gusta Eurovisión, no soy un eurofan pero disfruto mucho con la gala y uno de mis dramas favoritos de cada año es el que surge cada vez que RTVE tiene que elegir tema y representante para uno de los eventos más importantes del año. Además es fascinante porque luego somos conscientes de que quedaremos de penúltimos para abajo y no vamos a semifinales (que hay quien dice que nos beneficiaría) porque España forma parte de la cabeza del Festival de la Canción.
El que este año quien nos represente en Eurovisión salga de 'Operación Triunfo 2017' es una gran baza, como lo fue en los primeros años del concurso. Lo es, sobre todo, porque ya eleva cierto "espíritu nacional" de gente muy identificada con lo que el concurso representa y se muestra muy fan de esta edición. Pero por otro lado es un papelón que puede dinamitar y llevarse por delante todo lo que se ha construido durante los tres meses que llevamos de OT.
La semana que viene La 1 de TVE celebrará la gala de 'Operación Triunfo' que decidirá quién (o quiénes) representará a España en Lisboa el próximo 12 de mayo de 2017 en Eurovisión y, desde que el martes se supieran y repartieran los temas candidatos entre los concursantes, la tensión no es que se pueda palpar, es que traspasa la pantalla de Youtube y las redes sociales del programa y te da en las narices.
Una cierta incomodidad que es representada por la polémica debido a uno de los temas: 'Lo malo' (anteriormente conocido como 'Chico malo'), de Morgan y Will Simms, canción adaptada por Brisa Fenoy y que es un reggaeton en toda regla. Un temazo (sí, lo es pese a que no comulgo con el género) que cayó en manos de Aitana y Ana Guerra que protestaron por sentir que estaba fuera de "sus intereses" como artistas y mostrar una actitud negativa hacia ello, por decirlo de una manera.
Una discrepancia que causó una de las broncas más monumentales que se recuerdan en esta edición por parte de Noemí Galera:
En el momento del reparto de temas Noemí Galera incidió en que las canciones estaban compuestas y pensadas para los alumnos de la Academia y esto ha llevado a que tengamos temas para todos los gustos: algunos mejores, otros peores, algunos muy para Eurovisión (aunque ya parece que estamos en una era "post-eurovisivo") y otros menos.
Pero también ha llevado a un malentendido entre lo que es ser un artista y lo que es ser un concursante de 'OT 2017'. Creo que el maridaje es perfecto, pero más que a un nivel de cómo es cada cantante de la academia sino a lo que proyectan y el producto en el que se han convertido semana tras semana. No hay más que ver como el tema de "Almaia" parece hecho a medida para esa historia de amor que surgió entre clases y que se ha potenciado entre bambalinas... aunque no libres de polémica.
A raíz de esta imposición no debemos olvidar nunca que 'Operación Triunfo' tiene la palabra triunfo en el título y eso quiere decir que están preparando a sus concursantes para ser números 1, para ser mainstream. Y hoy en día el mainstream en España es la lista de los 40 Principales: lleno de reggaeton, pop muy formulaico y un pelín de indie bastante manufacturado. Aunque ensalcen el "sé tú mismo", en el fondo hay una letra pequeña y es que hay una negociación con la industria... y uno tiene las de perder.
Sabemos que hay mucho más mundo, y de hecho 'Operación Triunfo' juega también a disfrazarse de Radio 3, pero también que Eurovisión no entiende de triunfitos. Es un poco como las prácticas de empresa en la carrera/ciclo formativo: uno se da cuenta de que no sabe nada del mundo real y aun siendo uno mismo todo alrededor es lo raro. Es el momento en que desaparece la ilusión. El lunes sabremos quién nos representa en Eurovisión, desde entonces se abrirá un camino en medio de un campo de minas y Operación Triunfo es su presa.
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