Pablo Motos cree que ha salido victorioso de una nueva batalla contra David Broncano. No sabe que 'La revuelta' ya ha ganado la guerra

Los espectadores de 'El hormiguero' pudieron ver ayer a Hugh Grant mientras en 'La revuelta' mostraban la berrea del ciervo. Y había un buen motivo para ello

Llevábamos demasiado tiempo escuchando rumores sobre las prácticas de Pablo Motos y el equipo de 'El Hormiguero' como para que no tuvieran ningún viso de realidad. Ayer, en 'La revuelta', David Broncano -visiblemente enfadado- y su equipo tomaron una decisión que rompía la baraja audiovisual en dos, tirando de la manta para dejar ver la realidad de la televisión entre bambalinas y hacer historia por el camino. Por si no te has enterado (puedes ver el momento aquí), el programa de Antena 3 les acababa de quitar a un invitado (que, de hecho, aún estaba en los camerinos) y en lugar de invitar a un amigo, como hacen habitualmente, o solucionarlo haciendo malabares con la escaleta, decidieron sincerarse con el público. Y aunque Motos crea que ha ganado la batalla de la entrevista, ha perdido la guerra más importante: la de la honestidad y la credibilidad.

Vete a dormir

Ayer se vivieron dos guerras televisivas paralelas interesantísimas. Por un lado, la audiovisual, en la que Broncano, mostrando su indignación por no tener entrevista, explicó qué es lo que hay detrás de la aparente anarquía de 'La revuelta': no es que "se queden sin invitados" a última hora y por eso tengan que tirar de amigos continuamente (de Raúl Cimas a Berto Romero pasando por Miguel Ángel Muñoz), sino que 'El hormiguero' hacía llamadas para fastidiar su trabajo in extremis. Sabiendo que era la primera vez que una acusación de esta magnitud se hacía contra el antiguo programa líder de su franja, el presentador anunció que, como muestra de su indignación, iban a poner un documental sobre la berrea del ciervo durante veinte minutos. Y así fue.

Al mismo tiempo, en Antena 3, ajeno a lo que estaba a punto de ocurrir, Pablo Motos entrevistaba a Hugh Grant y presentaba su róster de invitados para la semana que viene, entre los que se incluía el interfecto, el campeón de Moto GP Jorge Martín, que "irá a divertirse" el miércoles después de amenazarle si finalmente decidía aparecer antes en 'La revuelta'. La respuesta audiovisual de 'El Hormiguero' vendrá el lunes, probablemente, en la forma de sermón de su presentador, y si los rumores sobre el programa y la obsesión por la perfección de Motos son reales, este fin de semana nadie del equipo va a poder relajarse hasta no tener la excusa perfecta.

Lo peor es que, siendo honestos... la tienen. Y si fuera la primera vez que quitan un invitado a otro programa, sería incluso comprensible: al fin y al cabo, el motorista ya había firmado un contrato previo con 'El Hormiguero' en el que les prometía exclusividad, entre otras cosas porque los derechos de las motos están en Antena 3. Pueden tener razón sobre el papel, pero, una vez más, les pierden los modos y la altivez: acostumbrados a ser los amos del cotarro, y según insinuó Broncano, el show de Atresmedia amenazó con quitar los patrocinadores del deportista (literalmente, "pasarían cosas") minutos antes de que este saliera al escenario del teatro. Suena a mafia, pero no es la primera vez que escuchamos algo así del programa de las hormigas.

Ya no pintas nada aquí

A lo largo de los últimos años, unos pocos famosos en diferentes podcasts e incluso en 'La revuelta' han ido dando pequeños detalles sobre su nefasta relación con 'El hormiguero'. Humoristas gráficos que recibieron llamadas acosadoras para borrar sus viñetas, cómicos que fueron amenazados por sus chistes de Pablo Motos, famosos (como Najwa Nimri) vetados en el programa o amonestados por haber hecho una entrevista con Broncano antes que con ellos... Hasta ahora, las acusaciones se habían quedado, sobre todo, en Internet, pero ahora han dado el salto a la televisión nacional. Y las redes sociales han amplificado su discurso hasta la saciedad.

Puede que ayer 'La revuelta' perdiera en audiencia por la mínima frente a 'El hormiguero' (lo que tiene mérito teniendo en cuenta que la mitad del programa fue la berrea del ciervo), pero la queja de Broncano ha sido vista, a esta hora, por más de 14 millones de personas en Twitter y casi 4 millones en Instagram. 17 millones de visionados es una auténtica barbaridad, y ha centrado el segundo foco importante de esta polémica: Internet. En una mayoría abrumadora, las redes sociales se han volcado contra 'El hormiguero', un programa que entre la gente joven huele a naftalina y a cerrado, y este se ha visto acorralado.

Pero, ¿qué pasa cuando llevas años siendo el líder de audiencia y aún no te has acostumbrado a que te estén plantando cara? Que cometes errores. Y en este caso, fue lanzar un comunicado de disculpas (visto por tan solo 4 millones de personas, perdiendo así cualquier atisbo de redención absoluta) que empezaba con "Ha sido un malentendido sin mayor importancia". Como la mayor parte de los tuiteros destacaron, no pueden calificar así el tirar por tierra el trabajo de decenas de compañeros, aunque sean de la competencia. Por supuesto, el lunes (y, sobre todo, el miércoles) los ojos estarán puesto en la respuesta de Motos al incidente, pero poco puede hacer ahora que en el programa de La 1 han hablado con uno de los calificativos con los que menos se puede unir 'El hormiguero' a día de hoy: la verdad.

La berrea de Pablo Motos

Y ahora, ¿qué va a pasar? Pues, probablemente, nada. Para qué nos vamos a engañar. En Atresmedia la crisis reputacional les importa bien poco si las audiencias siguen siendo buenas... y el grupo de la sociedad que lleva años con la tradición de ver a Motos y los suyos durante la cena no va a cambiar por nada ni nadie. Mucho menos por Broncano y su programa aparentemente anárquico sobre el que aún colean acusaciones políticas deshonestas promovidas, por supuesto, por su programa rival. Pero, para los que llevan años luchando en las sombras contra 'El hormiguero' y sus tácticas de presión, este momento ha sido una catarsis. Un momento en el que, por fin, sentirse escuchados. Incluso ex-colaboradores como Flipy, Jandro o Raquel Martos han salido a defender a 'La revuelta', y algo huele a podrido cuando tus ex-compañeros han aprovechado el momento para clavarte una daga.

A 'El hormiguero' le ha podido la soberbia, una vez más. Llevan siendo los líderes demasiado tiempo, y ven 'La revuelta' como un fenómeno que durará cuatro días contados. Porque ellos son los verdaderos líderes indiscutibles, los que tienen los mejores invitados, los que hacen las mejores preguntas, a los que nadie les puede toser. Y si lo hacen de alguna manera, son los que tienen la libertad de llamar para amenazar sin consecuencias: con no volver a promocionar una película suya, con quitar los patrocinadores, con querellarse. Durante años, los jerifaltes del programa han creído que sus tácticas de acoso y derribo no iban a tener respuesta. Pero la han tenido. Y el futuro, a partir de aquí, es inimaginable.

Broncano ya es rico y famoso, y sabe que le va a ir bien a partir de ahora. No tiene nada que perder. Pero su equipo sí, y, al menos de cara al público, posee algo que Motos no tendrá jamás: empatía. Durante su discurso, el presentador dejó paso no solo a las gracias de Grison, Castella y Ponce, sino también al enfado comprensible de un miembro del equipo, Yolanda. No es la primera vez que da voz y espacio a su equipo, y dice muchísimo de él que, frente a la "mesa de actualidad" de Juan del Val y el ego imparable de Pablo Motos (del que os invito muy seriamente a ver su larguísima entrevista en 'El sentido de la birra', una de las piezas más demenciales que he visto jamás), haya actuado con humor, de manera abierta y negándose a ser la única voz cantante.

Ayer Pablo Motos creyó haber ganado una batalla. Lo que no sabía es que acababa de perder la guerra.

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