Por fin. España (mejor dicho, Radio Televisión Española) ya tiene el representante que enviará a concursar al Festival de Eurovisión 2007, que este año se celebra en Helsinki entre el 10 y el 12 de mayo. Y todo esto gracias a Misión Eurovisión, el programa que presentado por Paula Vázquez ha servido este año para realizar la selección.
Los "agraciados" con semejante honor son los componentes del grupo Nash, un producto de marketing lanzado como "la primera boyband española": es decir, un rollo Nsync, Backstreet Boys o Take That (supongo que si me remonto a los New Kids On The Block la cosa queda muy retro). Competirán con la canción "I love you mi vida", que sigue fielmente los cánones definidos por RTVE en la búsqueda de la canción: tempo de la canción medio o rápido, letra con "partes de texto o palabras repetidas en inglés" y que "en la canción aparezcan palabras españolas, universales para cualquier idioma; así como onomatopeyas, estribillos con sílabas que no signifiquen nada pero sean fáciles de recordar."
La gala final de Misión Eurovisión, que alumbró a los Nash como representantes españoles, fué de las que hacen época. Pero no por lo brillante, sino por lo aburrida.
Después de haber seleccionado cinco canciones y cinco intérpretes, se trataba de buscar el mejor "maridaje" entre unas y otras, lo que dió lugar a 25 actuaciones (las cinco canciones cantadas por cada uno de los cinco intérpretes), que incluso tuvieron "bises" debido a problemas técnicos con una de las canciones (que originó un amago de "bronca" entre público y presentadora). Para quien no lo viera, imaginaos que la misma canción (simple y machacona) suena no una ni dos, sino cinco veces seguidas. Y así, con cinco canciones machaconas. Si a eso le sumamos que cuatro de los cinco intérpretes eran chicas cortadas por el mismo patrón (Mirela, Merche Llobera, Nazaret y Yanira Figueroa,) nos encontramos con lo que fué la gala: un tostón de dimensiones bíblicas.
Porque, después de estas 25 actuaciones, hubo un periodo de votaciones del que salieron cinco "combinaciones" que se volvieron a interpretar, para llegar a la coronación de los Nash tras los votos de las comunidades autónomas (al más puro estilo eurovisivo).
En fin, por fín la Misión Eurovisión ha terminado. Ahora, sólo nos queda esperar que los Nash hagan un papel más digno que el lamentable episodio protagonizado el año pasado por las Ketchup.