El único programa que funciona de TVE, Mira quién baila, no pudo ser emitido ayer en directo, desde San Cugat (Barcelona), por miedo a que las protestas de los trabajadores del ente público llegarán a plató contra el plan de viabilidad en RTVE, que prevé recortes en la plantilla. Los trabajadores solicitaban que la presentadora y el jurado portarán pegatinas a favor de la protesta, algo que la dirección negó hacer. Y por posibles acciones reivindicativas durante el programa, La Primera suspendió la emisión en directo de ¡Mira quien baila! en su lugar ofreció un especial grabado de la gala de la FAO.
Este plan prevé la reducción de más de 3.000 empleos, el recorte de la actividad de los centros territoriales y el cierre de Ràdio 4. Algo que en una empresa privada daría miedo realizar, pero que parece que en el sector público (RTVE) se puede hacer sin tener aún proyecto construido. Después de que las audiencias caigan, los programas mantengan una mediocre calidad y la deuda aumente considerablemente mientras las cadenas privadas se reparte beneficios.
Vía | El País | El descodificador