Uno de los estrenos televisivos que asociamos con la llegada de la primavera es 'MasterChef', ese talent culinario cuyos responsables gustan de presentar como el más difícil del mundo. Se trata de un formato que triunfa alrededor del mundo porque apela a la pasión por la cocina por parte de aficionados. Es decir, de cualquiera de nosotros.
TVE ha encontrado un formato de telerrealidad que se ajusta como un guante a sus necesidades. Es blanco y familiar y le permite cubrir una amplia gama de escenarios, temáticas y momentos. La quinta edición ha arrancado en un día un tanto especial, en domingo. La primera jornada fue bastante bien. Pero en su segunda emisión se quedó en un 12,3% del share. Lejos de 'Supervivientes: El debate'.
Es pronto para saber cómo será la tendencia y si TVE tendrá que acabar tomando medidas. Hoy por hoy, el talent es uno de los espacios estrella de la cadena y estamos seguros de que el ente público intentará que deslumbre en audiencias y deje un buen sabor de boca a los responsables de la compañía.
Nuestro prime time
La principal dificultad a la que se enfrenta 'MasterChef' es, como todos sabéis, su duración. Una vez más, tenemos que hablar de nuestro particular prime time, que parece comenzar y acabar cada vez más tarde. La situación es más compleja si cabe cuando hablamos de formatos que triunfan en otros países. Los que seguís la edición estadounidense, por ejemplo, sabéis que cada programa tiene una duración de unos 40 minutos. Incomparable con las dos horas y 25 minutos que indica la página de 'A la carta" respecto al programa del domingo.
¿Cómo hacer frente a esta situación? Porque, verdaderamente, por mucho que un programa tenga ingredientes de éxito, es díficil que triunfe cuando ha de prolongar su duración hasta esos extremos. En la edición española han aprendido a añadir más y más contenido. Aunque no siempre del que gusta al espectador.
Cal y arena
Por un lado, nos volcamos en las tramas personales de los concursantes, en sus vidas, anhelos y frustraciones. Por otra, nos viene de maravilla hacer promoción de los lugares en los que se realizan las pruebas de exteriores.
Es una cuestión personal pero reconozco que me aburre bastante ese primer programa en el que vemos el casting. La conexión y la empatía que generamos por participantes a los que, al minuto siguiente, ni siquiera van a incluir en el programa, me resultan baldías. Ya digo, que es una opinión, porque cuando lo emiten es porque tiene su aceptación, su público y su todo.
En la parte positiva de este "estirar hasta la madrugada", porque también la hay, tenemos, por ejemplo, pruebas bastante llamativas como la que vimos en la fase de eliminación del primer programa. Hay que compensar y dar brillo a esos últimos minutos en los que igual alguno ya está dando cabezadas. Por eso, una tarta de once pisos parece poner las cosas bastante emocionantes.
Otro elemento que se usa para rellenar tantos y tantos minutos es la presencia de excepcionales chefs de nuestra cocina. Ya que tenemos una de las mejores gastronomías del mundo, qué menos que lucirla con todos esos grandes nombres a los que ya conocemos gracias al programa. En fin, 'MasterChef', tienes un difícil camino pero ojalá llegues en buena forma a la meta.
En ¡Vaya Tele! | 'MasterChef Celebrity' ha sido un rotundo éxito para TVE
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