Hubo un tiempo muy lejano, hasta la consolidación de las televisiones privadas, en el que Televisión Española produjo adaptaciones basadas en clásicos literarios españoles. No eran como ahora TV Movies de andar por casa, con producciones ajustadas al milímetro, sino superproducciones desde el primer al último minuto, con extras, localizaciones y, muchas de ellas, de época. Ahora gracias a Internet tenemos las series disponibles y quizá el verano sea un buen momento para revisarlas o conocerlas.
Lo mejor de la iniciativa es que a cada serie le acompaña un dossier con información adicional sobre la obra, vídeos relacionados con cada serie y fotografías en una mediateca que no deja de lado ni siquiera notas de prensa, archivos de audio o testimonios recientes de los actores. Además se fomenta la participación con una encuesta y la posibilidad de dejar comentarios. Vamos, que se lo han tomado en serio y la información que ofrecen de cada serie es excelente.
Ya sé que no es el tipo de ficción que acostumbramos a ver ahora pero no dejan de ser hitos de la tele nacional en muchos aspectos: ‘El camino’ fue premiada en el Festival Internacional de Praga de 1978; ‘Fortunata y Jacinta’ se vendió a más de treinta países; y ‘Celia’ fue un éxito de audiencia. Estos son sólo algunos ejemplos de la incidencia nacional e internacional que alcanzaron estas producciones.
Ya están colgadas las trece series así que esta iniciativa está cerrada pero muestra un perfecto mosaico de qué fue la cadena pública en el pasado en lo que a superproducciones se refiere y podemos comparar esos contenidos con los que tenemos ahora. Está claro que todo ha cambiado, no sólo Televisión Española, y que la televisión actual trabaja menos en cooperación con el espacio europeo.
Los grandes relatos pasaron a la historia y es una lástima porque, además de ser espléndidas producciones, servían para que la población conociese mejor su historia y, en general, la historia de Europa al servir de altavoz de épocas concretas y de momentos clave muy significativos. La literatura se beneficiaba también de esta sinergia porque muchas de estas grandes adaptaciones, no sólo las españolas, relanzaron viejos éxitos editoriales.
Al escribir sobre ello me doy cuenta, con nostalgia, de que el modelo es extinto casi por naturaleza y que en la actualidad sería imposible que sobreviviese. Parece que ahora interesan más los sucesos concretos que las historias más globales. La rentabilidad va tan unida al coste que ya no se contemplan cosas como el prestigio que supone el hacer una producción así. Por esto esta iniciativa de difundir las series literarias tiene aún más interés si cabe. Al fin y al cabo son, en mayúscula, Historia de la Televisión.
Vía | Televisión Española
En ¡Vaya Tele! | TVE recupera en Internet sus series clásicas literarias