Los únicos recuerdos que guardo de ‘Juntas pero no revueltas’, el primer remake español de ‘Las chicas de oro’, se resumen en la sensación de que aquello no iba a ninguna parte y de que Amparo Baró, que interpretaba el papel de Sofía con otro nombre, estaba ya preparándose para ser después Sole en ‘7 vidas’. El nuevo intento de adaptar esa sitcom clásica de los 80, a cargo de la productora de José Luis Moreno, se estrena mañana por la noche en La 1, y su principal carta de presentación son sus cuatro actrices protagonistas, Concha Velasco (Doroti), Lola Herrera (Blanca), Carmen Maura (Rosa) y Alicia Hermida (Sofía). El primer capítulo (que en realidad son dos unidos) puede verse en la web de TVE, donde podemos hacernos una idea de hasta qué punto han sido fieles al original. Y la respuesta es que, probablemente, lo han sido demasiado.
Los dos primeros capítulos recuperan dos episodios de la primera temporada de ‘Las chicas de oro’ originales (el octavo y el segundo, por si tenéis curiosidad), y los recuperan siguiendo no sólo la misma trama, sino hasta reutilizando en gran parte los mismos diálogos y los mismos chistes. De hecho, los que mejor funcionan están calcados de los guiones originales, lo que no deja en demasiado buen lugar a los guionistas de la serie. No sé porqué han optado por empezar por ahí en lugar de por el piloto, y la llegada de Sofía a la casa de Blanche, ya puestos a fotocopiar, pero tampoco importa demasiado. También es muy parecida la casa de Blanca, y se respeta el vestuario colorista y estrafalario a veces que lucían los personajes. ¿Todo esto es bueno o malo? A mí no me convence, ¿para qué hacer una nueva versión si, en realidad, vas a hacer lo mismo que Gus Van Sant con su remake plano por plano de ‘Psicosis’? Pero no me extrañaría que la serie funcionara en audiencia.
Alicia Hermida es la que más rápido pilla el punto de Sofía, y Carmen Maura parece estar recuperando papeles que hizo hace 20 años para dar vida a Rosa, que debería dejar de parecer tan tonta (Rose nunca fue tan transparentemente tonta). Sigo con la sensación de que Lola Herrera y Concha Velasco deberían haber intercambiado los papeles, pero lo cierto es que no están mal. Las cuatro se ven conjuntadas, y es una lástima que no tengan algo más a su altura y que no se limite a intercalar un par de chistes poco afortunados entre otros que no son originales. Porque, además, todo da la sensación de que podría haberse hecho hace diez años o más. Desde los títulos de crédito (también bastante similares a los de ‘Las chicas de oro’ estadounidenses) a las imágenes para pasar de una escena a otra, al decorado… El mundo de las sitcoms ha cambiado bastante en todo este tiempo, pero nosotros seguimos estancados a finales de los 80.
‘Las chicas de oro’ originales resisten bien el paso del tiempo porque sus guiones eran buenos y sus actrices eran buenas. Se nota que es de los 80 por el vestuario y la imagen, pero los chistes, en su mayor parte, se mantienen. Sin embargo, de algún modo, en la traslación a la versión española se pierde el encanto que las hacía grandes. El reparto está bien, pero es difícil sacudirse la sensación de que falta algo, igual un poco de personalidad propia de la serie, de hacer algo más que reciclar bromas que, como digo, funcionan mejor que las introducidas de nuevas (el gag de la pistola de Rose sigue funcionando bien). Porque de este modo, hace que te plantees si de verdad era necesario esto. Va a ser cierto eso de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
En ¡Vaya Tele! | ‘Las chicas de oro’ huele a éxito
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