Tres años después de la interesante 'Jurassic World' llegaba la segunda entrega de la segunda trilogía basada en la obra de Michael Crichton que Steven Spielberg convirtió en una de las grandes aventuras del cine moderno. 'Parque Jurásico' es una de las películas más recordadas de los últimos 30 años. 'Jurassic World: El reino caído', la entrega dirigida por J.A. Bayona, es la mejor de todas sus continuaciones.
Una casa jurásica
Si algo bueno y bonito de verdad tenía la película de Colin Trevorrow fue, además de sus sorprendentes aires de cine de catástrofes, que 25 años más tarde el parque al fin abría sus puertas. 'Jurassic World' se convirtió en la más grande, la más trepidante y la más violenta de la saga. Los homenajes a la original eran hermosos y demostraba que las otras dos secuelas de la película original no eran especialmente memorables.
Derek Connolly, que tiene en su agenda la mejor película de Star Wars desde 'El imperio Contraataca' (sí, el Episodio VIII), creó junto a Trevorrow la historia más interesante de la saga con la mitad de guionistas que la entrega anterior. 'El reino caído' es una película aterradora, trepidante y la más emocional de la saga. Como era de esperar, su partición en dos dividió a la audiencia, aunque su extraordinario disfraz de cine de terror fue lo que más provocó al espectador menos habituado a ese género.
Y es que ya era hora atravesar la coraza de horror de una franquicia que nunca se atrevió a ser pura en ese sentido. Ese laboratorio en el sótano del viejo caserón resume muchos años de cine fantástico, mad doctors y sótanos del miedo. Bayona sabe mantener viva la llama de un cine en serio peligro de extinción y queda claro que es uno de los más dotados cineastas para hacerse cargo del legado de Steven Spielberg. Hay varias galaxias entre su sensibilidad y la que Trevorrow mostró en 'Jurassic World': el espíritu del primer parque en realidad estaba aquí.
Otro detalle con el que caer rendido es el regreso a los animatronics, algo menos recurrentes en la película anterior. Pero que la historia sea interesante (a mí personalmente me parece excelente) no exime a la película de ciertos pasajes algo farragosos en su trama. Pero como lo más fácil sería quedarse ahí, agradezco que una propuesta tan festivalera me exija algo más a mí como espectador. Y yo, una vez que entro en esa mansión de los horrores ya no quiero salir.
Ese cambio a un escenario completamente inaudito en la saga, el corazón de una mansión salida directamente de una pesadilla de la Hammer, incluso tiene tiempo para el tradicional asesinato de cuento mórbido de horror infantil. Para que todo eso funcione, además de la "visita" de Geraldine Chaplin, quien más contribuye a la función es el gran Rafe Spall. El (excelente) actor británico se divierte de lo lindo con su primer villano.
Puede que 'Jurassic World: El reino caído' no sea el terror gótico que muchos fans de ambos extremos esperaban, pero como tal la encuentro más satisfactoria que productos más directos como 'La cumbre escarlata'. Los monstruos de Bayona, perdidos entre genes artificiales y mezclas imposibles de quienes juegan a ser dios ahora, se sienten más fuertes, pero también más perdidos y contaminados por la locura de nuestro presente.
El mundo ha cambiado mucho desde que el parque intentó abrir por primera vez. Imagina una realidad alternativa dominada por CEOS y Youtubers en la que nunca se rodó 'King Kong': Bienvenidos a mundo jurásico. 'Jurassic World: El reino caído' recaudó más de 1.300 millones de dólares, algo menos que la entrega anterior pero muy, muy cerca de 'Black Panther' (apenas 38 millones de diferencia) y solo alejada del fenómeno 'Vengadores: Infinity War'.
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