Señor Cortázar, le odia a usted y a su padre. Y si me lo permite con razón. No me refería a usted, aunque últimamente ha vuelto a las andadas.
'Gran Reserva' es un ejemplo claro de que para encontrar ficción de calidad no siempre hay que irse más allá de las fronteras; evidentemente, el hecho de emitirse sin anuncios ha ayudado a mantener unas audiencias más bien altitas (aunque a la baja tras su regreso hace una semana), pero desde un punto de vista cualitativo hay dos cosas que fallan: la primera, que no abandona la eterna costumbre española de hacer capítulos larguísimos con más de 70 minutos; la segunda, que precisamente se emite en RTVE, donde muchos le han colocado a la mínima la etiqueta de serie para gente mayor.
Y efectivamente, 'Gran Reserva' no tira de los típicos tópicos para series adolescentes, no hay una estrella definida que sirva para vender el producto y tampoco torsos desnudos para poner en todas las promociones, aunque Aitor luna sí que se ha descamisado alguna que otra vez. La historia de 'Gran Reserva' es multicéntrica, con varios frentes de ataque entre el amor, las traiciones, los crímenes y la venganza. Y venganza, precisamente, es lo que están buscando los Cortázar en esta nueva temporada.
En el regreso de la serie, nos han deleitado con un primer episodio redondo que buscaba una analogía con el piloto de la serie. Hace un año, 'Gran Reserva' se presentaba con un espectacular episodio en forma de flashback donde nos situaban a todos los personajes. Por aquel entonces, el punto de comienzo era la fiesta por el nuevo contrato de las Bodegas Cortázar, y la historia que contaban era el accidente de Miguel. Esta vez la fiesta ha sido la boda Pablo y Sara, y la historia, el accidente del patriarca. Aunque finalmente ha quedado sólo en un susto.
Con sólo dos episodios de su segunda temporada emitidos, parece que en 'Gran Reserva' se lo van a tomar con calma este año. De momento no hay ningún horizonte definido y tampoco un plan que cumplir. Sí, sabemos que los Cortázar tienen como objetivo volver a conseguir la denominación de origen para sus vinos, pero en el camino están dando palos de ciego, centrándose en eliminar a aquellos que puedan ponerles en problemas y sin tener un plan sobre la mesa. Bueno, un plan legal, quiero decir. Pero en este sentido, uno de los nuevos personajes va a tener mucho que decir.
Me estoy refiriendo a Nuria, la hija del Presidente del Consejo Regulador, que en lo poco que ha aparecido en pantalla se antoja uno de los personajes más interesantes de esta temporada. Parece que Nuria será la única capaz de poner a Gustavo en problemas, usando para ello las mismas armas que él utilizo con la secretaria el año pasado, y va a ser divertido ver al Sr. Arístides pasándolo mal de verdad. Todo lo contrario que Manu (Yon González), que con su actitud de buenazo va a recibir palos por todas partes.
Por lo demás, poco más que contar, los personajes siguen en sus roles habituales, y sólo destaca ese recuerdo de Miguel sobre una mujer que se estampó desde el segundo piso hace más de treinta años, una historia que de momento no está dando mucho de sí. Raúl y Dani siguen con su lucha de testosterona en las Bodegas Reverte, mientras Vicente sigue buscándose enemistades allá donde va. La verdad, me falta una historia de amor como la que protagonizaron Miguel y Lucia el año pasado; bueno, y más tiempo en pantalla para la Agente Ortega, esa sí que es la verdadera estrella de la serie.
En ¡Vaya Tele! | 'Gran Reserva' vuelve el jueves a La 1 con su segunda temporada