Después de desastroso estreno de 'Eurovisión: el retorno' hace dos fines de semana, TVE planteó una serie de cambios con el objetivo de mejorar el estropicio. Las principales quejas iban en la línea de unas graves deficiencias en el sonido, problemas con la estructura del escenario (que llegaron a provocar alguna caída realmente espectacular) y una exagerada (tal y como nos tienen acostumbrados) duración de la gala. Todos estos factores redundaron en unos malísimos resultados de audiencia que no pasaron del 6,5% de cuota de pantalla, con apenas 750.000 espectadores, el día de su estreno.
El sábado pasado la emisión de la segunda de las semifinales tuvo, efectivamente, una duración sensiblemente inferior y los problemas de sonido se solucionaron, aunque sólo parcialmente. Pero nada de todo esto consiguió que los datos de audiencia mejoraran con respecto al estreno. Más bien al contrario: la cuota de pantalla bajó dos décimas hasta situarse en un pobre 6,3%.
A estas alturas ya debería estar claro que los programas preparatorios de Eurovisión, al contrario que el propio festival en sí, no interesan. Desde los mejores tiempos de 'Operación Triunfo', ninguno de estos programas ha funcionado en audiencia, ni siquiera el del año pasado que contó con la participación del Chikilicuatre. Gran parte de la culpa es posible que la tenga el bajo nivel de las actuaciones y los participantes, que este año es especialmente evidente. Quizá para otras ocasiones, TVE podría plantearse limitar la elección de su representante a Internet y prescindir definitivamente de este tipo de programas.
Actualización: TVE ya ha reaccionado a los pésimos datos de audiencia del último día y ha anunciado que el final del programa se adelanta una semana, de forma que será el próximo sábado cuando se eligirá al representante para Eurovisión.
Imagen | RTVE.es En ¡Vaya Tele! | Eurovisión 09: el método Myspace ya no funciona en audiencia