Pues sí, pues sí, vi el programa de marras o, mejor dicho, lo padecí. Y vistos los datos de audiencia fui de las pocas porque el estreno de Canta Singstar apenas hizo un 13,3% del share (no llegó a los dos millones de espectadores). Supongo que más de uno de los que empezó a ver el programa saldría despavorido y en Antena 3 aún deben de estar frotándose los ojos ante el milagro de Esta casa era una ruina que, aunque por los pelos, lideró la noche. Pero vamos al asunto.
Si algo hay que agradecer es que no perdieron tiempo en ceremonias ni en la emisión interminable de los castings. Quede claro que esto un punto a su favor porque es ya demasiado habitual que se rellenen minutos con las pruebas previas a los programas en sí. Sobera le puso ganas y entusiasmo aunque andó anduvo un poco flojo de memoria y, desde mi punto de vista, tiró demasiado de las tarjetas. Los concursantes hicieron lo que se suponía que les tocaba, cantar, aunque no lo hicieran del todo bien pero esa es, teóricamente, la gracia del programa.
El problema, me parece a mí, es que no tiene demasiado interés ver a gente cantando regular pero tomándoselo muy en serio. La dinámica del programa, en tres rondas, tampoco facilita la tarea porque aunque sería suficiente con que cantasen una vez, les hacen cantar varias veces temas bastante largos y el programa se eterniza. Además, hay una parte de la valoración a la que han llamado "puesta en escena" y que se sacan de la manga, vaya usted a saber cómo. En resumen, que este tipo de programas karaoke son más para un rato, quizá encajaría mejor en el pre-prime time, pero dedicarle dos horas de máxima audiencia es un despilfarro. Y vaya semana que llevo, madre mía.
Imagen | Blog del programa En ¡Vaya Tele! | Valanota, un relleno prescindible