Resultaba difícil superar los niveles de chapuza de TVE en la gala de Eurovisión el pasado año, pero una vez más nos han demostrado que esto de Eurovisión es un cachondeo. Anoche se celebró la gala en la que TVE eligió al representante español en Eurovisión 2010, que tuvo como protagonista a John Cobra, uno de los finalistas que comenzó a insultar al público de manera reiterada frente a la mirada atónita y perpleja de una Anne Igartiburu que no sabía donde meterse.
A eso de las 23:30 de la noche, en pleno prime time de la televisión pública, el polémico John Cobra terminaba su actuación y, ante los abucheos del público, comenzó a gritar: “¡Comedme la polla, maricones!“ mientras echaba mano de su entrepierna. Un espectáculo lamentable que se demoró por unos cuantos minutos, mientras Anne Igartiburu, que ayer pasó una de sus peores noches, intentaba calmar tanto al “rapero” como al “público” con un suave: “Tranquilo, cariño”. Jose María Íñigo y Pilar Tabares, miembros del jurado, también quisieron reprochar a Cobra su actitud, a lo que él respondió con un claro: “Yo soy como soy, y quien no me quiera que le den por el culo“. A estas alturas, a Anne ya se le saltaban las lágrimas.
Visto esto, no puedo sino preguntarme por qué TVE dio cabida a tan lamentable show durante los más de seis minutos que se prolongaron los insultos del concursante. Se debería haber silenciado el micrófono de Cobra y haberlo sacado de plano desde el principio, ya que se recrearon en todos y cada uno de los gestos obscenos que realizó al público. Y más aún, ante la falta de respeto al público y a los espectadores, creo que hubiera sido justa una descalificación inmediata que nos ahorrara tener que pasar verguenza ajena.
Sorprendentemente, la web de RTVE, lejos de censurar el contenido, colgó en su web un vídeo dedicado exclusivamente a los minutos posteriores a su actuación, que recogía con detalle las reacciones de todas las partes, aun a pesar de las múltiples disculpas que Anne lanzó a la audiencia por “haber presenciado un acto tan bochornoso” y de las declaraciones de Oliart en el Senado, que calificó la actitud de “digna de toda censura”. El vídeo ha sido editado más tarde por “no ser apropiadas para una televisión pública”, pero aun así conserva los insultos lanzados por Cobra y sus gestos obscenos.
Polémicas aparte, la gala de ayer no se salvó de los problemas técnicos que ya vienen siendo frecuentes, aunque desde luego no fueron tan patentes como el año pasado. Aun así, algunos de los concursantes se quejaron de no oír bien la música y durante una de las actuaciones pudimos comprobar cómo se acoplaba el micrófono de Anabel Conde.
Para más inri, durante uno de los vídeos recopilatorios de las actuaciones de la noche, se dejaron sin emitir el vídeo de Ainhoa Cantalapiedra, quien no tuvo reparo en calificar el hecho como “falta de respeto”, mientras Ainhoa Arbizu, la co-presentadora, achacó el hecho a un “problema técnico”. El pinganillo de Anne pareció no funcionar en varios momentos y el lío de la presentadora con los números de teléfono y los SMS que había que mandar fue patente desde el principio.
Mención especial a la aparición por sorpresa de Jose Luis Uribarri a lo Pedro Almodóvar en los Goya, con un discurso tan largo como el del cineasta y unos agradecimientos que se prolongaron más de lo debido, teniendo Anne que tirar de él para lograr que se callara.
A todo esto, Daniel Diges fue elegido representante español el próximo 29 de mayo en Oslo; a mi gusto, la mejor canción interpretada anoche sobre el escenario. Habrá que esperar a ver qué nos tiene preparado RTVE para el Festival (recordemos que el año pasado les cayó una multa por no emitir las semifinales), pero desde luego que lo de ayer va a ser muy difícil de superar
En ¡Vaya Tele! | ¿Por qué hay que cargarse Eurovisión?
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